Fin.
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—¿Queda tarta de calabaza? Te quedó dulce —preguntó el diablo anudándose la corbata— noviembre es el mes más amargo del año...— Henry Cristian Heinisuo Berná (@heinisuo) 27 de octubre de 2018
—No desesperes —respondió Jesús buscando muérdago en el altillo—;se acerca la Navidad: ahí podremos ser malos de verdad.
—Sacaré el disfraz de rey mago.
El sacrificio esperaba caer el muérdago del roble. Ocurriría de nuevo, el sexto día de luna llena en varios siglos. La calabaza iluminaba su camino. Aunque ya no distinguiera lo dulce de lo amargo, su disfraz de empleado con corbata, le permitiría estar de nuevo entre los vivos.— enrique lescano (@enriq_lescano) 27 de octubre de 2018
Se quitó la corbata y colgó el muérdago sobre la puerta, para besarla cuando llegara. Había comprado un disfraz y una calabaza para la ocasión. Esperó a esa dulce mujer hasta quedar dormido. Coros en la calle. Pasó un trago amargo. No era Haloween. Esos villancicos, era Navidad.— Francisco Márquez (@fcomarquezv) 27 de octubre de 2018
Y ahora el Reto es para ustedes, así que pueden dejar sus Microcuentos para este Reto de Halloween en los comentarios de esta entrada. Además, les recuerdo que pueden el resto de los Microrrelatos participantes en el Momento en Twitter,La besó bajo el muérdago mientras se quitaba el disfraz y la corbata, quería probar ese dulce cuerpo.— Gustavo Perez (@gustaperezr) 27 de octubre de 2018
Ella quería olvidar su amargo pasado en esos brazos, pero la calabaza, convertida en carroza, la esperaba, era tarde.
- Lo siento-, debo partir.
¡Hasta el próximo Halloween! 🎃
Entró una mariposa negra a mi casa, la tradición de las abuelas recordaba que no era buen presagrio... a los tres días llegó la noticia , había muerto mi mamá— dalmata (@dalmata2) 20 de octubre de 2018
#365Microcuentos— Elena Siles (@ElenaSilesB) 20 de octubre de 2018
Era otoño a media noche. Un grupo de chicas adolescentes se habían reunido en el Oráculo del bosque. Entonces una de ellas sugirió usar la Ouija y al principio no pasó nada, pero otra chica decidió usarla sola y el fantasma le rompió la camisa por la mitad.
Fingió su muerte porque quería ver su propio entierro antes de morir y se subió al campanario para mirarlo. Se olvidó de la campana que en su vaivén lo empujó al vacío y cayó a los pies del campanero.— Mis Textículos (@MTexticulos) 20 de octubre de 2018
Lo consiguió. Y nadie se atrevíó a abrir de nuevo el ataúd.#365microcuentos
Mi abuelo había fallecido años atrás. En un sueño se acercó a mi con un libro, lo abrió, y me señaló insistentemente el número de la página. En la mañana encendí la radio y justo estaban dando el resultado de la lotería. El número era el mismo: 111.— Rebeca Vidal (@rebecavidal111) 21 de octubre de 2018
@365Microcuentos Tenía fama de ser un juez justo. De niño, una noche, en casa con sus hermanos,a escondidas y sin luz,se metió a la cocina por un dulce.Sintió una respiración agitada tras de el.Volteó y no había nadie.Fue el peor susto de su vida.Supo que jamás volvería a hurtar.— Crees que no soy tonto? (@Washentela) 20 de octubre de 2018
Participa tú también y deja tu Microcuento de No Ficción Paranormal basado en un hecho real en los comentarios, y no olvides de leer todos los microrrelatos participantes en el Momento del Reto en Twitter.Aquella noche,— ReVersa (@re_versa) 21 de octubre de 2018
de visita, en casa paterna, apareció lívida, apresurada
en el salón.
Contó que atravesando el pasillo,
la luz del antiguo cuarto del difunto, se encendió sola.
(Carcajadas generales)
Hacía poco, habían instalado interruptores sensor de movimiento.#Microcuentos
Querida María— La Manzana de Eva (@JoycensPy) 13 de octubre de 2018
Ha pasado 1 semana en esta hacienda, la familia si bien atenta es por demás extraña, soy el único que desayuna en la mesa, y la cena la llevan a mi cuarto, eso sí, me dificulta el descanso los escalofriantes sollozos a altas horas de la noche
Siempre tuyo, Víctor https://t.co/GuAla3QlKv
"Querida María..."— Lore Hernandez (@nonalorehedzg03) 13 de octubre de 2018
Muero por verte y pasar unos días contigo pero conoces mi condición, soy un monstruo.
Se acerca la luna llena, no quiero hacerte daño, compre carne de sobra para saciar mi hambre esos días. No te preocupes. Auuuu!
Siempre tuyo Victor.
Querida Maria, espero que conocer el contenido de esta caja te haya hecho gritar de emoción. Si has podido leer esta nota es porque aún sigues viva. Está de más decirte que tengas cuidado con el monstruo. Siempre tuyo, Víctor @365Microcuentos— Helga C. Marchelli (@hmarchelli) 13 de octubre de 2018
Querida Maria;— Valle (@jodvalle) 13 de octubre de 2018
Me alegra que hayas encontrado el amor.
Yo solo podía asustarte de noche y en tu cuarto, y el puede hacerlo en todo momento y en cualquier lugar.
A pesar de esto se que desearía que en tu cuarto de noche fuera yo y no el.
Siempre tuyo Victor.
@365Microcuentos— pluma de plomo (@Pluma_dePlomo) 13 de octubre de 2018
Querida María,
Cuando despiertes en el hospital ya no tendrás al monstruo dentro ni al engendrador del mal a tu lado. A su hermana explícale quién era su padre justo hasta la transformación. Te lo ruego. Te quiero.
Siempre tuyo, Victor.
Querida María, gracias por tu miedo. Atónito en las tinieblas de tu mente, crecí y me hice más oscuro que la noche. Dejé de ser tulpa para existir como un monstruo. No dejes de soñarme.— Amelia Cobos (@ameliacobos) 13 de octubre de 2018
Siempre tuyo, Víctor.
Querida María:— Microblog Castellano (@MicroblogC) 13 de octubre de 2018
Todavía sigo retenido en Escocia. Me acusan de la muerte de un pescador, pero te juro que no fui yo. Alguien preparó todo.
Mientras trato de resolver la situación, evita salir a la montaña. Creo que algo ronda por allí.
Siempre tuyo, Víctor.#microcuento #epistolar
Pero pueden leer todos los microcuentos participantes en el Momento del Reto en Twitter y, también los Reto a que me dejen en los comentarios de esta entrada su Microcuento Epistolar de Terror si no les dio tiempo participar.Querida María, en la aldea me llaman monstruo, porque ven mi silueta dibujada entre las sombras de la noche, y sienten la fría brisa que dejo a mi paso. Sabes que voy a tu encuentro, que mi ser de ultratumba, no descansará, hasta que te lleve conmigo. Siempre tuyo, Victor.— Marusca Bondini (@maruscabondini) 13 de octubre de 2018
Los latidos del corazón percutían en su cuello como quien despierta preso en un ataúd. Las piernas se retorcían, adquiriendo ángulos de crucifijo. Los dientes semejaban un collar de ajo, y cada dedo de sus garras crecía como una estaca afilada. La luna llena acechaba vigilante. https://t.co/Ez3LEqCCCw— Dentro del Monolito (@dentromonolito) 7 de octubre de 2018
Se dice que en el bosque ha aparecido un hombre lobo. Cuentan los aldeanos que le teme a los ataúdes. Otros, que sólo roba collares de ajo. Mi hijo relata que la bestia carga consigo un crucifijo y una estaca, porque no quiere ser mordido en el cuello por los vampiros. Ironía.— Johnny JRT (@JohnnyJRT) 7 de octubre de 2018
El hombre lobo, agarrándola del cuello, clavó la estaca en el corazón de la vampiresa.— Mario Lopez (@Mario_LopFer) 6 de octubre de 2018
-Te guiaste por mitos y leyendas utilizando el collar de ajo y el crucifijo cuando lo que realmente me mataba era tu indiferencia - dijo antes de caer en el ataúd bajo la luna llena de verano.
Ni su estaca al corazón, ni su crucifijo en la sotana, ni su collar de ajo al cuello. Quién enterró en el ataúd al hombre lobo fue el ganadero.— Fernando Berlín (@radiocable) 6 de octubre de 2018
Al desgarrar su garganta destrozó el collar de ajo que llevaba al cuello aquel friki. El cuerpo, aún caliente, yacía desbaratado junto a un ataúd. ¡Ingenuos! Un crucifijo y una estaca pueden mantenerte a salvo de alimañas sin alma, mas nunca doblegar el corazón de un hombre lobo.— Amelia Cobos (@ameliacobos) 6 de octubre de 2018
Y aquel lobo despechado, con un crucifijo por arma y un collar de ajo en el cuello como escudo, violó el infame ataúd y clavó una estaca en el corazón de aquel al que consideraba maldito ; no por ser un muerto en vida, sino por haberle robado a la mujer que amaba. #Microcuentos https://t.co/jbTS0IE7l9— ღ América ღ (@AciremiK) 6 de octubre de 2018
Pueden leer todos los Microcuentos participantes en el Momento del Reto en Twitter y, también, espero se animen a participar y me dejen sus Microrrelatos del Reto en los comentarios de este Post.El ataúd ya estaba listo, la gente se congregaba a su alrededor. Algunos iban con el corazón acelerado, algunos con camisas de cuello alto, los mas supersticiosos llevaban estacas,crucifijos y collares de ajo. Pero todos iban con la intención de ver al hombre lobo muerto. https://t.co/udDRsISNp5— Fede (@fdmjg) 6 de octubre de 2018
Entre la oscuridad y las tinieblas, ella, vestida de negro, soportaba el gélido viento y veia como la luz de sus velas se mecía en silencio. Ella, cartomante callejera, él, transeúnte atormentado. Una mirada, una sonrisa, una palabra y la rueda de la fortuna fue, su primera carta pic.twitter.com/qCyxKWeLN6— Emmanuel Gunezler (@Samaelmayfair) 29 de septiembre de 2018
Me decían que el color negro era gélido, que representa la oscuridad y hasta las tinieblas.— Maxima (@Arafre) 29 de septiembre de 2018
Soy músico y trabajo en una orquesta, el negro ocupó mi guardaropa, él y la música que interpreto han traido luz y fortuna a mi vida. No todo es negro como lo pintan. @365Microcuentos
Despertó en lo más negro de la oscuridad. El intenso dolor de cabeza le recordó el gélido golpe que lo dejó en tinieblas. Una luz despejaría sus dudas sobre su fortuna. Cualquier luz. Pero no. Solamente había oscuridad. https://t.co/bY7mDd3R2Q— Geraldine Siso (@geralsisom) 29 de septiembre de 2018
Mi mente proyectaba figuras que se escondían en las tinieblas, acompañadas de susurros que emergian del negro suelo. Buscando la entrada sin tener fortuna, me arrastraba en el gélido riachuelo que descansaba bajo el rastro de luz que se abría paso en la oscuridad.#Microcuento https://t.co/0JCJVwKfKm— ӾavLoeza (@XavierLoeza) 30 de septiembre de 2018
Salí a la oscuridad de la noche, todo estaba cubierto por tinieblas, pensé que mi vida era igual, de un tono negro, gélido. voltee al sentir una presencia, una luz, que por fortuna me iluminaba. Mi vida podía cambiar. Sonreí— Victoria Lopez (@Victori31795652) 29 de septiembre de 2018
Si te gustaron estos microcuentos, no dejes de echarle un vistazo al Momento del Reto en Twitter, donde están todos los microrrelatos participantes y no olvides de dejar tu propio Microcuento en los comentarios para formar parte del ejercicio.No hay luz en mis ojos, pero Fortuna me guía entre las tinieblas, la oscuridad y el gélido ambiente del invierno. Aunque no lo veo, siempre me acompaña su negro pelaje.— Arrigo Tadesse (@tadesse_arrigo) 29 de septiembre de 2018
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