Un día en durante la cena, se me ocurrió comentarles a mis padres:
- ¿Ustedes se imaginan qué cuando la anciana del frente se muera, se aparezca sentada en la escalinata de su casa como si nada?
- ¿Cúal anciana, hijo?
- La anciana del frente, la que se sienta en la escalinata de su casa todos los días a ver pasar a la gente.
- Pero hijo, la casa del frente quedó abandonada desde que la anciana que vivía allí murió cuando tú tenías dos años.
Fin.