En la mañana, a lo que salió de su apartamento y vió a su vecina salir del apartamento contiguo se acordó de la pesadilla que había tenido la noche anterior.
- Buenos días - le dijo la vecina, mientras le pasaba por el lado.
- Hola, buenos días, este, eh... - le respondió, dudando sobre sí debía contarle o no que la noche anterior había tenido una horrible pesadilla, donde a ella la atracaban y la mataban violentamente.
- ¿Si? ¿Quieres algo? - le preguntó ella con una sonrisa.
- No, no, nada, disculpa, ten un buen día - le dijo y se fue caminando rápidamente, pensando lo malvado que hubiera sido borrarle la sonrisa de la cara a su vecina al contarle la horrible pesadilla que él había tenido sobre ella, donde la mataban y la descuartizaban en pedazos.
- Los sueños solo son eso, sueños, no son, ni se vuelven reales - se dijo a si mismo mientras se montaba en el ascensor y se iba hacer su día.
En la noche, cuando finalmente llegó a casa y prendió las noticias, se quedó congelado al escuchar que su pesadilla se había hecho realidad, que su vecina había sido brutalmente asesinada; y desde entonces todos los días se arrepiente de no haberle contado a su vecina sobre aquella pesadilla, preguntándose si ella todavía seguiría viva si él se la hubiera contado.
Fin.