882 - El jardinero del cementerio.

Sir Helder Amos | lunes, agosto 31, 2015 |
Cuando el nuevo jardinero comenzó a trabajar en el cementerio, se fijo, a los pocos dias, en una señora qué visitaba todos los días el lugar para llevarle un pequeño bouquet de camelias rojas a los difuntos que allí reposaban, pero lo curioso de esta señora, es que nunca visitaba dos veces la misma tumba, si no, que cada día visitaba una diferente. 

Un día, mientras podaba la verde y brillante grama del cementerio, la señora llegó con sus camelias y se sentó en la tumba que estaba justo al lado de él y aprovechando la situación, le preguntó: 

- Ha perdido muchos familiares y personas queridas, ¿no es cierto?.
- No - respondió secamente la mujer.
- ¿Entonces por qué viene al cementerio a visitar y a traerle camelias a una tumba diferente cada día? - preguntó el jardinero, sin poder contener su curiosidad.
- Porque me gusta escuchar sus historias - dijo la mujer - soy medium - añadió, al ver la cara de perplejidad que había puesto el hombre al oír su respuesta- puedo hablar con los que se encuentran en el más allá, es por eso que todos los días visito una tumba diferente, para escuchar las historias que todos estos muertos tienen para contar: quienes fueron, cómo murieron. Todos tienen una historia diferente e interesante, nunca he escuchado dos historias iguales.
- Ah, bueno - dijo el jardinero nerviosamente- disculpe entonces, no la molesto más, siga escuchando sus historias, hasta luego.

Minutos después, el jardinero renunció a su trabajo y se juró no trabajar más nunca en un cementerio. 

Fin.

881 - Las mejores vacaciones.

Sir Helder Amos | sábado, agosto 29, 2015 |
Cuando se percató que sólo faltaban un par de días para que llegara septiembre, dejó todo lo que estaba haciendo en la computadora y, girando su silla, le dijo a su amigo:

- Éstas han sido las peores vacaciones de mi vida.

- ¡Bah! Todos los años dices lo mismo - le dijo su amigo, quien se encontraba acostado en la cama, lanzando una pelota de goma al aire. 

- Es que todos los años se superan, y son más aburridas que las del año anterior. 

- ¿Y has hecho algo para intentar que eso cambie? - le preguntó su amigo, continuando con su juego de pelota, sin prestarle mucha atención.

Decidido, se levantó súbitamente de la silla de la computadora, y atrapó la pelota de su amigo en el aire.

- ¡Ey! ¿Qué haces? ¡Estaba a punto de romper mi propio record! - se quejó su amigo.

- Vístete, vamos a salir.

Fin.

880 - A las 04:00 pm.

Sir Helder Amos | miércoles, agosto 26, 2015 |
Poco a poco, a medida que los años pasaban, fue cambiando su hora del té, en la que solía sentarse a pensar y reflexionar, por una Happy Hour, para beber y olvidar.

Fin.

879 - El que calla no otorga, angustia.

Sir Helder Amos | domingo, agosto 23, 2015 |
>> ¡No sé! ¡No sé! En verdad no sé, no sé si me quiere o si me odia, no sé nada, ya no sé que pensar, no sé que decir, no sé cómo interpretar su silencio ¡Me estoy volviendo loco!

>> ¡Di algo!

>> ¡Habla!

>> ¡Ahora!

Fin.

878 - Amor mortal.

Sir Helder Amos | miércoles, agosto 19, 2015 |
Cuando regresó del velorio de su abuelo, el chico que le gustaba (quien nunca le hablaba) la abrazó fuertemente y le susurró al oído: "Mi sentido pésame."

Sin embargo, a parte de ese momento especial, todo continuó con regularidad y no volvieron a cruzar palabras, cómo era habitual; pero ella, quien se había sentido realmente viva durante el pequeño momento que duró el abrazo, empezó a delirar por volver a sentir los brazos de su amado alrededor de su cuerpo, y en un haz de locura, empezó a matar, mensualmente, a todos y cada uno de los miembros de su familia, para que su chico la abrazara fuertemente y le susurrara esas tristes palabras que para ella valían más que la vida misma.

Desde entonces, delirando por sentir nuevamente los brazos de su amado alrededor de su frágil cuerpo; empezó a matar, mensualmente, a todos y cada uno de los miembros de su familia para que se repitiera, una y otra vez, ese triste momento de condolencia que para ella valía más que la vida misma.



Fin. 

877 - ¿Hedonismo o heroismo?

Sir Helder Amos | domingo, agosto 16, 2015 |
...
- ¡¿En serio hiciste eso?!
- Seh.
- ¡Wow! Tú eres lo máximo, me gustaría ser cómo tú.
- ¿Cómo? ¿Un hedonista de mierda que hace lo que quiere, cuando quiere?
- No, valiente; yo nunca podría hacer algo parecido, me da miedo, pena, ¿qué pensaría la gente? Pero, en cambio, a ti eso no parece importarte ni detenerte.
- ¡Quien te escuchara, diría que soy un heroe!
- Pues, para mi lo eres.
- Pfff.

Fin.

876 - El mar.

Sir Helder Amos | jueves, agosto 13, 2015 |
- ¡Ey! ¿Qué te parece si vamos a la playa? A ver si el mar te ayuda a despejar la mente y a salir del estado en el que estás.

-¿Estás loco? ¡¿La playa?! Si aquí, en la ciudad, rodeado de edificios y vehículos, siento que me ahogo, no me quiero ni imaginar, lo que sentiré estando cerca del mar.

Fin.

874 - La historia de la bruja más mala.

Sir Helder Amos | domingo, agosto 09, 2015 |
Nadie cree que detrás de la bruja más mala del bosque, se encuentra escondida un hada madrina, pero no un hada madrina cualquiera, no, si no, la hada madrina más buena que ha existido en el mundo fantástico; pero que, con el tiempo toda su luz y bondad se fue convirtiendo en maldad y oscuridad.

Su historia es la siguiente: hace mucho, mucho, tiempo, el hada madrina más buena, decidió construir un castillo en un bosque encantado, para que todas las personas, animales o seres mitológicos pudieran acudir a ella cuando necesitaran ayuda.

De tal manera, mostrando su bondad, el hada madrina, empezó a ayudar y a conceder los más profundos deseos de todos aquellos que la visitaban en su castillo; al principio, esto alegró mucho al hada, porque todas aquellas personas, animales y seres que ella ayudaba, le agradecían mucho y la vanagloriaban.

Pero con el tiempo, los rumores del hada madrina que cumplía deseos, se corrió por todo el mundo, y todas las personas, animales y seres mitológicos se presentaron en el castillo, para aprovecharse de la bondad del hada madrina.

De esa forma, una larga fila interminable se formó en las afueras del castillo, y el hada madrina pasaba todo el día cumpliendo deseos: humano, tras humano, tras caballo, tras elfo, tras dragón, tras gato, tras ganso, tras humano, tras fauno...

Pronto, todo el mundo empezó a creer que tenían derechos sobre el hada madrina, y que ésta estaba obligada a cumplir sus deseos, y empezaron a maltratar a la humilde hada madrina, sin ni siquiera agradecerle por los deseos que ésta les cumplía.

Así, poco a poco, el bondadoso corazón del hada madrina se fue marchitando; y a pesar de que por mucho tiempo, ella trató de mantener la esperanza, porque, realmente, ella cumplía los deseos de los demás como un acto de nobleza, sin esperar nada a cambio, el continuo maltrato y desagradecimiento de todos aquellos a quienes bendecía, hicieron que, tal como la rosa que nunca se riega, el corazón del hada madrina se marchitara y se convirtiera en una pasa arrugada y sin vida.

Al ver, cómo, poco a poco, toda su esperanza se convertía en desesperación,  y al sentirse usada y abusada por aquellos a los que quería ayudar, el hada madrina se convirtió en una terrible bruja, y, en cambio, empezó a maldecir a todos aquellos que osasen visitarla en su castillo.


Fin.

873 - La oscuridad.

Sir Helder Amos | jueves, agosto 06, 2015 |
Un día, cuando desperté, me dí cuenta que había caído en la oscuridad. Aterrado, empecé a gritar y a correr por todos lados, hasta que vi, a lo lejos un pequeñísimo haz de luz, hacía el cual me dirigí sin dudarlo ni un segundo; unos días corría, otros solo caminaba, pero nunca dejé de marchar hacía aquel pequeño haz de esperanza que tenía de salir de la oscuridad.

La mayor parte de mi trayecto, la pasé llorando, me sentía sólo, aterrado, hasta que un día, me encontré a un niño jugando en la oscuridad, y preocupado por él, lo invité a que se uniera conmigo y caminaramos juntos hacía la luz; pero entre sus risas el pequeño me dijo:

- No gracias, me estoy divirtiendo mucho acá, tengo que disfrutar la oscuridad mientras dure.

Sorprendido por las palabras del pequeño, no insití más y seguí caminando; más tarde, me encontré con un anciano sentado muy calmadamente sobre una roca, y al igual que cómo hice con el pequeño, me acerqué a él y lo invité a que se uniera conmigo y caminaramos juntos hacía la luz; pero entre un suspiro y una sonrisa serena, el anciano me dijo:

- No gracias, ya estoy cansado de marchar y buscar la luz, así que en cambio, espero aquí sentado a que ella me encuentre a mi. 

Sorprendido por las palabras del anciano, seguí caminando y caminando hacía el pequeñísimo haz de luz, el cual, sin importar cuanto caminara, nunca se acercaba; pero a medida que marchaba y recordaba las palabras las palabras del pequeño y del anciano, mi miedo a la oscuridad fue desapareciendo poco a poco, y ahora, mientras me dirijo hacía aquel pequeño e inalcanzable haz de esperanza, disfruto de la caminata.

Fin.

872 - El dormilón.

Sir Helder Amos | lunes, agosto 03, 2015 |
- ¡Vamos despierta! ¡Levántate de esa cama! - le dijo su mamá, haciendo mucho ruido y abriéndole las cortinas de su habitación.
- ¡Vete, mamá dejame dormir! - le dijo con un gruñido, tapándose la cara con la amohada.
- ¡Vamos despierta! ¿No sabes que la vida es eso que pasa mientras tu duermes?
- Si, lo sé - dijo, bostezando y acomodándose mejor en su cama; pero antes de quedarse dormido de nuevo, añadió- y es exactamente por eso que me gusta dormir tanto.

Fin.

871 - El vestido de bodas.

Sir Helder Amos | domingo, agosto 02, 2015 |
Tan pronto entró por las puertas de la iglesia y empezó a marchar por el pasillo central, su blanco y puro vestido de novia, que, según su novio, representaba su alma, empezó a teñirse de negro, poco a poco, paso a paso, revelando su oscuro y promiscuo pasado.

Fin.