Había una vez, en la selva, un león que siempre estaba triste, así que con el pasar del tiempo, la piel del león empezó a cambiar de color, volviéndose de un azul oscuro que representaba su tristeza.
El león azul, se volvió muy famoso en la selva debido a su peculiar color, así que muchos animales viajaban hasta sus dominios solo para poder observarlo y burlarse de él por ser diferente, hasta que un día una jirafa que por allí pasaba sintió lástima por el triste león azul y lanzando cabezazos lo defendió de los malvados animales.
El león azul al ver como la jirafa lo defendía, se enamoró perdidamente de ella así que intento acercarse y hablarle, pero por más que le hablaba, la jirafa nunca le respondía y solo se limitaba a mirarlo de forma cariñosa.
La jirafa nunca abandonó al león y siempre se mantuvo a su lado, defendiéndolo, pero sin decir una sola palabra, el león azul pronto se cansó de hablarle y aprendió a compartir sus miradas de amor y cariño, y tanto amó el león azul a la jirafa, que toda su tristeza desapareció así que su color también cambió, y ahora se le conoce como el león rojo.
FIN.