- ¡A! - Dijo el culpable con voz fuerte.
_ _ A _ _ _ _ A _ _.
-¡E!
E _ A _ _ _ _ A _ _.
-¡I!
E _ A _ _ _ _ A _ _.
El guardia lo empujó con la punta de su lanza para que se subiera al cadalso.
- ¡O! - continúo el culpable, con la frente en alto desde la cima del cadalso.
E _ A _ O _ _ A _ O.
- ¡U!
E _ A _ O _ _ A _ O.
El guardia agarró la soga y se la colocó al rededor del cuello del culpable.
- ¡C-c-ce! - dijó el culpable empezando a sudar.
E _ A _ O _ C A _ O.
- ¡P-p-pe!
E _ A _ O _ C A _ O.
El guardió se colocó en posición y agarró la palanca que abríría el piso bajo los pies del culpable.
- ¡E-e-e-ele! - susurró el culpable, sin animos.
E L A _ O _ C A _ O.
- ¡E-e-se-se, ese! - dijo el culpable con voz temblorosa.
E L A _ O _ C A _ O.
El culpable miró hacía donde estaba el guardia y vió aterrorizado como este bajaba la palanca.
FIN.