1276 - La Jubilación Osuna.

Sir Helder Amos | martes, noviembre 27, 2018 |
Cuando el Oso Pardo vio relucir en su oscuro pelaje una brillante cana, supo que su tiempo cazando salmones junto al río y rascándose con la corteza de los árboles del bosque estaba llegando a su fin, porque se estaba acercando el momento de jubilarse y emigrar al norte, donde pensaba encajar perfectamente con el gélido clima una vez que su pelaje se tornara completamente blanco.

Fin.

Para mantenerte al día con todos los microrrelatos nuevos, tips de escritura, datos, contenido extra y mucho más, sígueme en:
Google Play Store: 365 Microcuentos
Twitter: @365Microcuentos
Facebook: @365Microcuentos
Instagram:@365Microcuentos


1275 - Las Palomitas Azules.

Sir Helder Amos | lunes, noviembre 19, 2018 |
En la torre más alta, la princesa vio desde el balcón de su habitación revolotear las dos hermosas palomitas azules que su amado dejaba en libertad cada vez que recibía una de sus cartas, así que fue a prepararse para bajar a la recepción del castillo, a recibir su respuesta, porque usualmente a su amado solo le tomaba un par de horas responder a sus escritos.

Sin embargo, está vez, la princesa espero por horas y horas, pero ninguna carta llegó. Así que, consternada, regresó al balcón de su habitación y, al cerciorarse de que las dos hermosas palomitas azules estaban revoloteando sobre los techos de las casas de su reino, soltó un gran suspiro y muy tristemente se dijo a sí misma: 

- Para esto le hubiera escrito por WhatsApp. 

Fin.

Para mantenerte al día con todos los microrrelatos nuevos, tips de escritura, datos, contenido extra y mucho más, sígueme en:
Google Play Store: 365 Microcuentos
Twitter: @365Microcuentos
Facebook: @365Microcuentos
Instagram:@365Microcuentos


1274 - Calentamiento Global.

Sir Helder Amos | lunes, noviembre 12, 2018 |
Era un caluroso, soleado, amarillo y normal día en el desierto cuando de pronto el cielo se nubló, cubriéndose de unas oscuras nubes de tormenta que trajeron consigo un terrible aguacero.

Los camellos se levantaron sorprendidos y estiraron su largo cuello al cielo para abrir sus bocas. Mientras que los demás insectos y animales del desierto intentaron esconderse y enterrarse lo más que pudieron en la mojada arena.

Los niños gritaban de emoción y jugaban bajo la lluvia, y los adultos alababan al cielo, agradecidos por aquel milagro que demostraba la existencia del creador.

Fin.

Para mantenerte al día con todos los microrrelatos nuevos, tips de escritura, datos, contenido extra y mucho más, sígueme en:
Google Play Store: 365 Microcuentos
Twitter: @365Microcuentos
Facebook: @365Microcuentos
Instagram:@365Microcuentos