273 - La sequía.

Sir Helder Amos | viernes, septiembre 30, 2011 |



Dos campesinos preocupados hablaban entre ellos:
- Esta sequía ha sido eterna.
- Si, si no llueve pronto creo que perderemos toda la cosecha.
- Y he escuchado que un enjambre de polillas se está acercando por el norte.
- Estamos perdidos, eso era lo único que nos faltaba.
- Sí, yo creo que no podríamos estar peor.
Al decir esto, sus rostros se iluminaron, compartieron una mirada picara entre ellos y luego miraron al cielo, ¿Quizás? pero no, el cielo seguía despejado y sin rastro de ninguna nube de tormenta.

FIN.

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272 - Pequeñez.

Sir Helder Amos | jueves, septiembre 29, 2011 |



Al salir del hormiguero, la pequeña hormiga miró al inmenso cielo y se sintió pequeña, tan pequeña como una partícula de polvo ante la majestuosidad del universo; un par de segundos más tarde, el gran pie de un humano distraído que caminaba mirando hacia el inmenso cielo la aplastó, él también pensaba y sentía lo mismo.

FIN.

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271 - Sacrificio.

Sir Helder Amos | miércoles, septiembre 28, 2011 |



La gotas de sangre empezaron a caer desde la mesa donde reposaba el cuerpo muerto de una chica virgen de 16 años, llenando el canal que la conduciría hasta la piedra que mantenía sellado a su Dios, cumpliendo con el tributo que necesitaba para volver a este mundo.

La piedra al tener contacto con la sangre, se rompió en dos y una sombra alta de ojos rojos y zarpas en vez de manos salió de ella, pero estaba débil, el sacrificio que había recibido no fue suficiente y así que para recuperar todas sus fuerzas, de un zarpazo, mató a las 6 personas que se habían reunido para traerlo nuevamente a la vida.

Y con su todo su poder restablecido, se acercó a la mesa y retiro la daga que atravesaba el pecho de la sacrificada y con un beso profundo la devolvió la vida, quien tan pronto al abrir los ojos se lanzó a los brazos de la sombra y dijo:

- ¡Querido! Por un momento me asusté, pensé que estos seis idiotas lo arruinarían todo.

FIN.

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270 - El padrino.

Sir Helder Amos | martes, septiembre 27, 2011 |



Después de cenar, en una servilleta corrió la cifra que acabaría con la vida de mi enemigo.

FIN.

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269 - El último humano.

Sir Helder Amos | lunes, septiembre 26, 2011 |



El día que todo llegue a su fin y solo quede un humano sobre la faz de la tierra espero que sea una persona misántropa que disfrute de la soledad,  para que más tarde que temprano se de cuenta de que la filantropía es algo innato del ser humano.

Jeje, ya lo puedo escuchar llorando.

FIN.

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268 - El patito feo II

Sir Helder Amos | domingo, septiembre 25, 2011 |



Miraba su reflejo en el lago esperando que al crecer se convertiría en una precioso cisne, pero el tiempo pasó y pasó y nada cambió, y por más que esperó para convertirse en un cisne, su fealdad nunca se marchó y como un pato feo murió.

FIN.

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267 - El patito feo.

Sir Helder Amos | sábado, septiembre 24, 2011 |



Se burlaba de sus hermanos porque ellos eran bonitos y a diferencia de él, cuando crecieran serían patos comunes y corrientes.

FIN.

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266 - La niña hada.

Sir Helder Amos | viernes, septiembre 23, 2011 |



La niña, en sus sueños, visitó el País de las Hadas, y allí corrió entre los inmensos campos llenos de flores y jugó con muchas de sus amigas las Hadas y antes de despertar, la Hada Reina le regaló un par de alas para que pudiera volver y jugar con ellas cuando quisiera.

Sobresaltada y emocionada, la niña, al despertar se dio cuenta de que las alas seguían allí y que a pesar  de que había estado soñando, todo había sido real, y tan pronto la noticia de la Niña Hada se dio a conocer al mundo, los científicos la privaron de su libertad y la encerraron en un laboratorio para estudiarla, así que la Niña Hada se puso muy triste, porque nunca pudo volver al País de las Hadas para jugar con sus amigas las Hadas, quienes la esperaban ansiosamente con tenedores y cuchillos en sus manos, preparadas para sastifacer sus deseos de carne humana.

FIN.

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265 - El abuelo.

Sir Helder Amos | jueves, septiembre 22, 2011 |



- Y... ¿Qué dices amiguito, estás preparado para escuchar como termina la historia de La Cenicienta?
- No papá, empecemos una historia nueva hoy, ya yo escuché como termina la historia de La Cenicienta.
- Pero, ¿Cómo? Si yo trabajé hasta tarde ayer y cuando llegué ya estabas dormido.
- Ah si, como no llegaste y no podía dormir sin escuchar una historia, el abuelo vino y me contó el final de La Cenicienta.
- ¡¿El abuelo?!
-  Sí, llego flotando por la ventana, se sentó justo allí donde estas sentado, termino de contarme la historia y luego desapareció.... ¿Por qué lloras papá? ... ¿No ibas a contarme una historia?

FIN.

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264 - Desde el cascarón.

Sir Helder Amos | miércoles, septiembre 21, 2011 |



Mientras su mamá lo empollaba, escuchó todos los problemas que asediaban al mundo: miseria, hambre, corrupción, calentamiento global, etc; así que decidió nunca salir del cascarón y vivir dentro de su pequeño mundo libre de complicaciones y enredos bajo la protección de su madre.

FIN.

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263 - La historia de Daniel.

Sir Helder Amos | martes, septiembre 20, 2011 |



Daniel era un joven muy inusual, con tan solo 13 años, Daniel siempre marcaba la diferencia  porque era un joven gentil, agradable y muy amable, tan amable que hacía que todo el mundo dudará de sus intenciones, así que pronto empezaron a correr rumores negativos sobre Daniel y sobre sus dobles intenciones, así que todos le dieron la espalda y empezaron a despreciar a Daniel por sus buenas acciones.

Daniel notó lo que sucedía a su alrededor y decepcionado, se convirtió en una persona vil e hipócrita, dejando toda su gentileza y buenas acciones a un lado, para convertirse en la persona que todos esperaban que fuera, pero tan pronto cambió, todos los rumores se dispersaron y todo el mundo volví a tratar a Daniel como una persona normal. 

FIN.

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262 - El Doctor.

Sir Helder Amos | martes, septiembre 20, 2011 |



Le recomendaba a todos sus pacientes que dejaran los malos hábitos, pero tan pronto se quitaba la bata y salía de su consultorio, se metía en la primera taberna que encontraba para alimentar lo suyos.

FIN.

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261 - El pescador y el pez.

Sir Helder Amos | lunes, septiembre 19, 2011 |



Había una vez un pescador que todos los días se iba a la orilla del río a pescar, pero cada vez  que un pez mordía el anzuelo, este lo pesaba, lo medía y lo devolvía al agua.

Hasta que un día de verano, en menos de una hora, el pescador había conseguido atrapar seis peces que curiosamente tenían el mismo peso y medida y la séptima vez que un pez mordió el anzuelo, este salió del agua gritando:

- NO ME DEVUELVAS AL RÍO, POR FAVOR NO ME METAS NUEVAMENTE AL AGUA.

El pescador, asombrado por ver a un pez que hablaba se quedó sin palabras, sosteniendo al pez en el aire que se agitaba sin parar mientras seguía gritando:

- POR FAVOR, NO ME DEVUELVAS AL AGUA.
- Pero si no lo hago, morirás.
- Es que quiero morir, el invierno se está acercando y las aguas se congelarán, así que de todas maneras ese será mi final.
- Pero yo no soy un asesino, yo no te quiero matar.
- Pero yo quiero morir, ¿por qué crees que he mordido siete veces tu anzuelo?
- ¡AJA!  Con razón, ahora todo tiene sentido, si me parecía muy extraño que un día normal, como el de hoy, tantos peces hubieran mordido mi anzuelo, porque al final, solamente eras tú, usando mi anzuelo como un escape a tu futuro sufrimiento, suicidándote como un humano lo haría al ahorcarse del techo de su casa, aprovechándote de la oportunidad que yo te presentaba, pero lo siento, búscate a otra persona que usar, porque yo no te dejaré morir, te devolveré al agua.

Pero para cuando el pescador terminó de hablar y de descubrir el plan siniestro del pez, esté ya había logrado su cometido.

FIN.

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260 - El Ángel Negro.

Sir Helder Amos | lunes, septiembre 19, 2011 |



Había perdido el control del vehículo y se dirigía directamente al acantilado, mis pies pisaban y bombeaban los frenos pero no daba resultado, el vehículo se dirigía a toda velocidad al abismo, no pude hacer nada y cuando me lancé del vehículo era demasiado tarde y ya habiamos empezado a caer.

Desde el cielo ví como una sombra, con alas majestuosamente grandes y de plumas negras venía hacía a mi, era la muerte, venía a llevarme, y a medida que se acercaba pude ver su esqueleto apenas forrado con una fina capa de piel negra y peluda,

La muerte intenatba agarrarme y llevarme con ella, pero yo no iba a ceder tan fácilmente y luche por mi vida, bueno, eso era lo que yo creía, así que entre golpes y patadas me safé de sus brazos que intenaban sostenerme y lo ví a lejarse herido.

Pero tan pronto me di la vuelta, ví como ya casi golpeaba el suelo, y allí una mujer alta, rubia, de labios rojo como la sangre y ojos azules me esperaba con los brazos abiertos, ya nada ni nadie podía salvarme.

FIN.

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259 - Lo que hiciste el verano pasado.

Sir Helder Amos | viernes, septiembre 16, 2011 |


Mientras escuchaba la primera clase del nuevo periodo escolar, pensamientos preocupantes invadieron su cabeza, no había borrado el historial de navegación de su computadora.

FIN.

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258 - El último baile.

Sir Helder Amos | viernes, septiembre 16, 2011 |



Cuando el tocadiscos empezó a sonar, se levantó de su butaca y empezó a bailar, en la soledad de su estudio, con cada uno de los fantasmas de sus pasados amores.

FIN.

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257 - La carrera de las llamas.

Sir Helder Amos | jueves, septiembre 15, 2011 |



Por la pradera, venían corriendo las llamas a toda velocidad, donde la primera que llegara al bosque sería la ganadora y se convertiría en la llama mayor; pero afortunadamente ninguna ganó, porque los bomberos llegaron justo a tiempo para evitar lo que hubiera sido el incendio forestal más grande de todos los tiempos.

FIN

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256 - Martes 13.

Sir Helder Amos | martes, septiembre 13, 2011 |
   


El hombre con más mala suerte del mundo temía la llegada de este día, porque si ya tenía mala suerte por naturalidad, no se quería ni imaginar lo que el martes 13 le tendría preparado para él, así que se mantuvo alejado de los gatos negros y fue muy cauteloso y precavido de no romper ningún espejo, pisar alguna grieta o pasar debajo de una escalera.
 
    Ese día todo se invirtió y en vez de tener mala suerte, el hombre con más mala suerte del mundo tuvo buena suerte por primera vez en su vida y obtuvo un ascenso en su trabajo, consiguió una cita y hasta se encontró una billetera llena de dinero en la calle.

    Pero tan pronto el Martes 13 se acabó y el Miércoles 14 llegó, todo volvió a la normalidad, y la empresa donde trabajaba quebró, la cita nunca llegó y el dinero que había encontrado era falsificado, así que tras las rejas acabó, pagando un crimen que nunca cometió.

FIN.

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255 - Cirugía reconstructiva.

Sir Helder Amos | lunes, septiembre 12, 2011 |



- Doctor, yo quiero ser bella, por eso he venido para que me haga la lipo, me opere la nariz, me quite las arrugas, me implante 800cc en los senos, y me moldee la cintura.
- Yo podría hacerle todo eso señora, pero lamento decirle que después de todas esas operaciones, usted seguiría siendo fea.
- Pero ¿qué dice?  si tendría el cuerpo perfecto, sería la mujer más bella del mundo.
- Lo siento, señora, pero para que usted pueda ser una mujer bella, la única operación que necesita es una Lobotomía.

FIN.

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254 - Las últimas de Cupido.

Sir Helder Amos | domingo, septiembre 11, 2011 |



En las calles de New York City me encontré un indigente muy peculiar que tenía un par de alas desplumadas, usaba pañales y en sus manos sostenía un arco con un cesto de flechas vacío  y un aviso que decía: "El amor se ha acabado, estoy desempleado" ante tal triste situación, me acerqué y tiré un par de monedas en la tacita de peltre que reposaba a su lado, él levantó la mirada sorprendido por mi acto caritativo y dijo:
- El amor pronto llegará a tu vida.
- Muchas gracias por sus buenos deseos - le respondí - pero mi corazón me lo han roto tantas veces que ya no creo en la existencia de aquello que llamas amor.
Y al terminar de decir tan horribles palabras, vi al pobre indigente morir ante mis ojos, víctima de un ataque al corazón.
FIN.

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253 - La niña del lazo azul.

Sir Helder Amos | sábado, septiembre 10, 2011 |



La niña del lazo azul lloraba y lloraba sin cesar,
y aunque que todo el mundo la intentó calmar, 
nadie logró hacerla callar, 
porque nadie sabía que el rosado,
era el color preferido,
 de aquella niña, que no paraba de chillar. 

FIN.

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252 - La predicción.

Sir Helder Amos | viernes, septiembre 09, 2011 |





- Buenas, disculpe, pero vine por el aviso, ¿es cierto qué puede predecir el futuro?.
- ¡Claro qué sí!, ven siéntate, dame tu mano, cierra tus ojos y relájate.
...
- Umnn, amnnn, hmnnn...
- ¿Y? ¿Ve algo?.
- Sí, veo dinero, veo dinero en tu futuro, mucho dinero, manejaras mucho dinero en tu futuro.
Emocionado por mi futura riqueza, le dí a la bruja todo el dinero que cargaba en mis bolsillos y me fui a casa a esperar que el futuro llegara.

Semanas más tarde conseguí un nuevo empleo como cajero de un banco, la bruja no se había equivocado, yo la había mal interpretado.

FIN.

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251 - Segunda generación de humanos.

Sir Helder Amos | jueves, septiembre 08, 2011 |



Sarah, una niña del futuro, veía con desprecio a los humanos que la habían creado, eran tan incapaces de hacer las cosas o de entender las nuevas tecnologías que simplemente le fastidiaban y los odiaba.

A Sarah le gustaba estar con otros sus amigos, otros niños cyborg como ella, con los cuales podía transferirse música, fotos, conocimientos y pensamientos con tan solo conectarse con ellos a través de los dispositivos de BlueTooth que tenían adaptados en sus cuerpos.

FIN.

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250 - Expectativas.

Sir Helder Amos | miércoles, septiembre 07, 2011 |



Cuando era niño siempre imaginé que tener barba y rasurarse sería divertido, ahora que soy adulto me doy cuenta cuan fastidioso resulta ser esclavo de la espuma de afeitar. Lo mismo me pasó cuando conseguí mi primer trabajo, cuando me casé, cuando tuve niños y me pregunto si lo mismo pasará cuando muera.

FIN.

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249 - Dolce far niente.

Sir Helder Amos | martes, septiembre 06, 2011 |



Sonó la alarma anunciándole que tenía que levantarse para ir a trabajar, pero de un almohadazo la apagó y siguió durmiendo, al despertar, no se quitó sus pijamas y pasó todo el día en casa, viendo películas y comiendo helado, mañana diría que se había enfermado.

FIN.

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248 - Camino al matadero.

Sir Helder Amos | lunes, septiembre 05, 2011 |



Las vacas  se ponen sus mejores pieles y caminan hacía el  matadero de la manera más glamurosa, como si lo hicieran por la alfombra roja, ellas saben muy bien a donde van, solo que se hacen las locas a ver si se salvan por tener tal enfermedad.

FIN.

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247 - Hiroshima, 1945

Sir Helder Amos | domingo, septiembre 04, 2011 |



Tras recibir la noticia de que no podía tener hijos, abandonó el consultorio y salió a la calle desesperada, con lagrimas en sus ojos, miro a los cielos y dijo:

 - Lo único que quiero es un Niñito, un Niño Pequeño.

Minutos más tarde, del cielo cayó un Niñito, cumplió su deseo y acabó con todo.

FIN.

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246 - The Kraken.

Sir Helder Amos | sábado, septiembre 03, 2011 |




Sacaba sus largos tentáculos a la superficie para defender su territorio de los humanos que intentaban invadir sus dominios, destruyendo todo lo que encontraba en su camino, no había botes ni submarinos que sobrevivieran al ataque y hacía tan bien su trabajo que el único rastro que dejaba era el océano manchado de sangre.

FIN.

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245 - Dolorosos Recuerdos.

Sir Helder Amos | viernes, septiembre 02, 2011 |



- Arg, te amo, arg, arg, te amo, te amo - Seguía repitiendo el loro, profundizando el intenso dolor de su amo.

FIN.

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