- Esta sequía ha sido eterna.
- Si, si no llueve pronto creo que perderemos toda la cosecha.
- Y he escuchado que un enjambre de polillas se está acercando por el norte.
- Estamos perdidos, eso era lo único que nos faltaba.
- Sí, yo creo que no podríamos estar peor.
Al decir esto, sus rostros se iluminaron, compartieron una mirada picara entre ellos y luego miraron al cielo, ¿Quizás? pero no, el cielo seguía despejado y sin rastro de ninguna nube de tormenta.
FIN.
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