243 - Oprima solo en casos de emergencia.

Sir Helder Amos | miércoles, agosto 31, 2011 |


Era lo que decía el cristal que protegía aquel majestuoso botón rojo que llamaba tanto la atención, nadie sabía lo que haría si era presionado, lo que hacía que toda la tripulación, deseara secretamente lo peor para tener la oportunidad de oprimirlo; y cuando el día llego y una terrible emergencia se desató, entre tanto pánico y el terror, nadie se acordó de oprimir el botón.

FIN.

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242 - El calor de ejercer la profesión.

Sir Helder Amos | martes, agosto 30, 2011 |


Tan pronto sonó la alarma y sus luces rojas se encendieron, corrimos hasta el camión y nos dirigimos hasta donde ocurría la emergencia, nos habían preparado física e intelectualmente para afrontar cualquier tipo de situación; pero a pesar de todo,  tenía un presentimiento muy raro sobre esta misión, nuestra primera misión.

Llegamos y encontramos la casa en llamas, donde los gritos provenientes de las personas que se encontraban atrapadas adentro nos hicieron dar cuenta de que la realidad es muy diferente a cualquier entrenamiento; pero sin dudar un momento tumbamos las puertas y entramos, hacía calor y el fuego trataba de abrazarnos con sus fuertes llamas; pero teníamos una misión que cumplir, así que lo ignoramos y empezamos la búsqueda.

Decidimos dividirnos para encontrar más rápidamente el origen de los gritos que pedían ayuda, así que decidí bajar solo al sótano, allí el calor era tan intenso que no me dejaba pensar claramente, sentía que había olvidado algo, pero seguí buscando, no habían transcurrido cinco minutos, cuando tuve que detenerme, el calor era tal que mi vista se había nublado, había olvidado algo, ¿Qué era lo que había olvidado?,.. ¡Claro, la mascara de oxigeno! intenté regresar para ir por ella, pero ya era demasiado tarde, el fuego danzaba a mi alrededor tratando de seducirme y abrazarme entre sus cálidos brazos y yo ya no tenía fuerzas suficientes para resistirme, así que cerré los ojos y me entregué a él.

FIN.

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241 - Poniendo la mesa.

Sir Helder Amos | lunes, agosto 29, 2011 |


Con mucha calma y tarareando una de sus canciones preferidas, fue poniendo poco a poco todos los utensilios que necesitaría para poder cenar: un cuchillo, un cubierto, una sierra, un martillo, un mazo y unas tijeras.

Luego se sentó a la mesa, se ató una servilleta alrededor de su cuello, sonrió y le dijo a su víctima que yacía amordazada encima de la mesa.

- No me mires con esos ojos, que solo hacen que te veas más deliciosa.

FIN.

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240 - Elemental mi querido Watson.

Sir Helder Amos | domingo, agosto 28, 2011 |



- Yo nunca he probado ni una pizca de droga, ni nunca lo haría, yo no dañaría mi mente ni mi cuerpo con ese tipo de sustancias - Dijo Sherlock Holmes a la entrevistadora; pero todo era mentira, desde el título hasta la entrevista.

FIN.

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239 - Una cuestión de superación, poder y rangos.

Sir Helder Amos | sábado, agosto 27, 2011 |



- Sargento McClay que alegría verlo de nuevo, ¿Qué lo trae por acá?
- Lo siento Coronel - dijo con una temblorosa y nerviosa voz- Pero usted sabe que mi sueño desde que me uní al ejercito ha sido superarme e ir avanzando poco a poco en el escalafón de rangos.
- Claro que lo recuerdo Sargento, usted fue uno de los mejores Cabos a los que yo he entrenado y mira lo que con esfuerzo y dedicación has logrado, ¡Ya eres todo un Sargento!
- Si mi Coronel y me están dando una oportunidad que no puedo rechazar, ¡oh mi Coronel, cuanto lo siento! Ellos dicen que me nombrarán Coronel, así como usted, pero para eso, debo llevar a cabo una nefasta y horrenda tarea.
- No le entiendo nada de lo que está hablando Sargento, explíquese mejor, ¡es una orden!
- Lo siento mi Coronel, -dijo mientras sus ojos se llenaban de lagrimas - de verdad, no es mi intención y no sabe cuanto lo siento.
- Deje de llorar Sargento, ¡Esa no es cosa de Hombres!, ¡deje de llorar y explíquese!.
- Lo siento mi Coronel, lo siento mucho.
***BAM***

FIN.

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238 - Fiesta equina.

Sir Helder Amos | viernes, agosto 26, 2011 |



El explorador estaba preocupado, nunca antes se había adentrado tanto en la selva; pero siguió caminando hasta que llegó a un claro y lo que vio le hizo dudar de su cordura, eran unicornios, cientos de ellos, corriendo de aquí para allá relinchando y jugando.

El explorador sacó su cámara y tomó cientos de fotos, no podía creer lo que veía y emocionado volvió a casa para anunciarle al mundo su descubrimiento; pero tan pronto reveló las fotos, que servirían como prueba de su gran hallazgo, se dio cuenta de que su vista sí le había fallado y que su mente lo había engañado porque solo eran caballos, borrachos, usando gorros de fiesta y celebrando un cumpleaños.

FIN.

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237 - Círculo vicioso.

Sir Helder Amos | jueves, agosto 25, 2011 |



- Si quieres, nos podemos reunir más tarde para tomarnos un par de tragos - Le susurró al oído a la bella mujer que tenía sentada a su lado en la reunión de AA.

FIN.

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236 - Un par de copitas.

Sir Helder Amos | miércoles, agosto 24, 2011 |



-¡Vamos, esto hay que celebrarlo!

Y como el tonto que soy le hice caso y nos fuimos al bar mas sucio y barato que encontramos, yo fiel a mi palabra solo  me tomé dos cervezas, mi amigo, en cambio, ya he perdido la cuenta, quiero irme de aquí, pero este hombre no deja de hablar, tiene más problemas que un libro de matemática y yo que pensaba que habíamos venido para celebrar mi triunfo.

FIN.

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235 - Después del apocalipsis.

Sir Helder Amos | martes, agosto 23, 2011 |



La cucarachita iba y venía de aquí para allá, con sus patitas en el aire, bailando de felicidad, la guerra nuclear había terminado, así que ahora podía andar de aquí para allá sin miedo a que nadie la fuera a pisar.

FIN.

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234 - La mancha.

Sir Helder Amos | lunes, agosto 22, 2011 |



Desde mi trono, observaba como mi querida sirvienta Anita limpiaba el piso de mi habitación,ya tenía más de veinte minutos enfocada en una sola loza de cerámica cuando le pregunte:

- Anita, querida,  ¿Por qué sigues enfrascada en una sola loza de cerámica cuando todavía te falta media habitación por limpiar?


- Es que esta loza, su majestad, tiene una mancha - respondió Anita con voz calmada pero con un leve tic en su ojo izquierdo y volviéndose para retomar su faena murmuró para sí misma - una mancha, una mancha...

Sin decir más, abandoné mis aposentos para ir a tomar el té y cuando regresé, ni la mancha ni Anita estaban en la habitación.

FIN.

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233 - MarieAnn.

Sir Helder Amos | lunes, agosto 22, 2011 |



MarieAnn era una niña muy inteligente, ella fue la primera de la clase que aprendió a leer y a escribir y siempre se denotaba que poseía una inteligencia superior a la de los demás niños de su edad.

Pero pronto, la inteligencia de MarieAnn pasó de convertirse de un don a una maldición, porque al darse cuenta que estaba rodeada de seres inferiores a ella, MarieAnn empezó a odiar a la humanidad y al mundo en el que vivía.

Así que MarieAnn empezó a trabajar en una forma de aniquilar a todos los humanos estúpidos que la rodeaban y destruir el mundo, pero al ser tan inteligente, MarieAnn, se dio cuenta de que tal matanza y destrucción no eran necesarias, porque la solución a su odio era todo lo contrario.

Y con un último "Los odio a todos" MarieAnn se despidió de este mundo.

FIN.

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232 - Pena de muerte.

Sir Helder Amos | domingo, agosto 21, 2011 |



Pasaba todo el día haciendo sonar su jarrita de peltre contra los barrotes que lo aprisionaban, cantando canciones tristes  que narraban su historia, poniendo en orden sus pensamientos y disfrutando de la soledad  de los pocos días que le quedaban.

FIN.

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231 - Buscando brassieres.

Sir Helder Amos | viernes, agosto 19, 2011 |


Muy cuidadosamente se acercó a la orilla y salió a tierra, aquellas dos conchas preciosas tenían que ser de ella, ya se imaginaba la envidia que sentirían sus hermanas al verla.

FIN.

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230 - La sombrilla.

Sir Helder Amos | jueves, agosto 18, 2011 |


Cuando brillaba el sol, se quejaba porque tenía calor y cuando llovía, se quejaba por que se mojaba.

FIN.

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229 - Lo que el río se llevó.

Sir Helder Amos | miércoles, agosto 17, 2011 |


Por el medio del río, una ramita flotaba siendo arrastrada por la fuerte corriente de agua y todos los animales de la selva  se posaron a sus orillas para intentar agarrarla; pero nadie logró alcanzarla, porque nadie quería mojarse ni arriesgarse para tomarla.
¿Realmente querían la rama?
FIN.

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228 - Vocablos.

Sir Helder Amos | martes, agosto 16, 2011 |


Comiéndome una sopa de letras aprendí nuevas palabras, tan complejas e interesantes que nunca me las hubiera imaginado, y ahora, cuando hablo, nadie me entiende, porque no conocen el idioma del buen hablado.

FIN.

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227 - Autodestrucción.

Sir Helder Amos | lunes, agosto 15, 2011 |



- ¡Tú no quieres a esos humanos que creaste! - culpó el Diablo a Dios durante la cena.
- ¿Por qué dices eso? ¿Acaso se te olvida qué quien los creo fui yo? y te recuerdo, que todo lo que yo creo es perfecto.
- Yo lo dudo, porque cuando los creaste, se te olvido algo.
- ¿Y se puede saber qué se supone que es eso que se me olvido? - Respondió Dios un tanto consternado porque alguien había descubierto una falla en su creación.
- Un botón de autodestrucción - respondió el Diablo.


Dios se quedó en silencio un rato, pensando en lo que había dicho su gran amigo, hasta que descubrió su trampa y luego de lanzar una carcajada le dijo:

- ¡Jajaja! ¿En verdad creíste que te iba a poner las cosas tan fácil? ¿Tú nunca cambiaras? ¿No? ¡Picarón!

El diablo no respondió y solo se limitó a encogerse de hombros y a esbozar una malévola sonrisa.

FIN.

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226 - El zorro y la madriguera.

Sir Helder Amos | domingo, agosto 14, 2011 |


Caminando por la pradera, el zorro, hambriento, divisó una madriguera y su estómago se alegró de que por fin comería algo; pero en vez de esperar pacientemente a que algún conejo saliera por ella para cazarlo, el zorro, atacó la madriguera, tratando de derrumbarla y así poder llegar directamente a su presa.

El zorro, concentrado en su labor, no se percató de su alrededor, donde todos los conejos que en aquella pradera vivían, se habían reunido para verlo trabajar, e incluso, uno de ellos, consternado por la situación se acercó y le dijo:

- ¿Qué haces zorro?
- Estoy tratando de derrumbar esta madriguera para comerme a los conejos que viven ahí dentro, muero de hambre.
-Pero...
-Cállate, conejo, no me distraigas y déjame trabajar.

Así, el zorro gastó todas sus energías tratando de derrumbar aquella madriguera vacía y murió de hambre.

FIN.

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225 - El hombre más malo del planeta.

Sir Helder Amos | domingo, agosto 14, 2011 |


Ya no sentía remordimiento al matar a alguien, ni mucho menos compasión o pena al violar a una joven damisela, estaba hecho de maldad pura y no temía demostrarlo, lo tenía todo planeado, sabía que iría al infierno y una vez allí con una copa de agua del Río Lete su conciencia y su alma se limpiarían y volvería a ser puro, como una vez, hace mucho tiempo lo fue.

FIN.

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224 - Bajo la lluvia.

Sir Helder Amos | viernes, agosto 12, 2011 |


Sintiendo la primera gota de lluvia caer sobre mi nariz, una sonrisa se dibujó en mi cara, miré a mi alrededor y vi como todos corrían para refugiarse, yo, en cambio, levante la mirada y me pregunte si la lluvia era una bendición o una maldición que nos enviaban de los cielos, porque así como tenía ganas de saltar en todos los charcos y correr bajo ella, también quería llorar y dejar que mis lagrimas se camuflaran y se perdieran entre las gotas que azotaban mi cara.

FIN.

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223 - Recesión submarina.

Sir Helder Amos | jueves, agosto 11, 2011 |


El tiburón, para poder comer, retiró todos sus ahorros del banco de peces.

FIN.

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222 - En las puertas de tu corazón - El llamado del amor.

Sir Helder Amos | miércoles, agosto 10, 2011 |
 

Toqué y toqué mas nadie respondió, y me pregunte: ¿será que no hay nadie? o ¿será que ya alguien lo ha ocupado? y a pesar de mis miedos, seguí tocando y esperando.

Toqué y toqué a las puertas de tu corazón, mas nadie respondió, y desde entonces, a pesar ser ignorado y con el temor de que ya esté ocupado, sigo tocando y esperando hasta que un día respondas mi llamado de amor.

FIN.

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221 - Bulimia Emocional.

Sir Helder Amos | martes, agosto 09, 2011 |


Estoy deshidratado, pero no puedo evitarlo, porque toda el agua que tomo, siempre la termino vomitando por mis ojos.

FIN.

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220 - La piñata.

Sir Helder Amos | lunes, agosto 08, 2011 |


Veía como mi corazón guindaba de la rama de un árbol, y allí, debajo de él, se encontraba mi amor, mi único y verdadero amor, con los ojos vendados y un bate en la mano tratando de romper mi corazón.

FIN.

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219 - Aliento matutino.

Sir Helder Amos | domingo, agosto 07, 2011 |


Por las mañanas, tan pronto despertaba, salía volando al lago o riachuelo más cercano, necesitaba agua, el fuego que nacía desde su garganta era tal, que sentía que podía escupir lava.

FIN.

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218 - El venado

Sir Helder Amos | sábado, agosto 06, 2011 |


Se puso una nariz de payaso para divertir a sus amigos e hizo que todos se rieran, pero no lo hacían por sus chistes, si no porque se burlaban a su espalda de su parecido con Rudolph.

FIN.

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217 - Siete completado.

Sir Helder Amos | sábado, agosto 06, 2011 |



Al ver que el número del último ticket de lotería que quedaba era el 777, apostó todo su dinero, y al ganar, se excusaba diciendo: "Solo fue suerte".

FIN.

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216 - La princesa y el sapo.

Sir Helder Amos | jueves, agosto 04, 2011 |


- Ahora puede besar a la novia.

Pero tan pronto los labios del apuesto Príncipe tocaron los labios de la fea Princesa, este se convirtió en un sapo y ella en una muy bonita Reina.

FIN.

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215 - Jugando en serio.

Sir Helder Amos | jueves, agosto 04, 2011 |


John, el caníbal, fue a la piscina pública a tomarse un baño, allí se encontró con un par de niños que lo invitaron a jugar al tiburón, y tan en serio se tomó su rol en el juego, que todavía la piscina está cerrada por mantenimiento.

FIN.

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214 - Cuarto menguante.

Sir Helder Amos | martes, agosto 02, 2011 |


En una noche fría y lluviosa, mientras sus lagrimas se mezclaban con las gotas de lluvia, se detuvo a mirar al cielo y  aquella gran sonrisa que en lo alto brillaba, lo iluminó, haciéndole olvidar sus penas y tristeza por un par de segundos.

FIN.

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