242 - El calor de ejercer la profesión.



Tan pronto sonó la alarma y sus luces rojas se encendieron, corrimos hasta el camión y nos dirigimos hasta donde ocurría la emergencia, nos habían preparado física e intelectualmente para afrontar cualquier tipo de situación; pero a pesar de todo,  tenía un presentimiento muy raro sobre esta misión, nuestra primera misión.

Llegamos y encontramos la casa en llamas, donde los gritos provenientes de las personas que se encontraban atrapadas adentro nos hicieron dar cuenta de que la realidad es muy diferente a cualquier entrenamiento; pero sin dudar un momento tumbamos las puertas y entramos, hacía calor y el fuego trataba de abrazarnos con sus fuertes llamas; pero teníamos una misión que cumplir, así que lo ignoramos y empezamos la búsqueda.

Decidimos dividirnos para encontrar más rápidamente el origen de los gritos que pedían ayuda, así que decidí bajar solo al sótano, allí el calor era tan intenso que no me dejaba pensar claramente, sentía que había olvidado algo, pero seguí buscando, no habían transcurrido cinco minutos, cuando tuve que detenerme, el calor era tal que mi vista se había nublado, había olvidado algo, ¿Qué era lo que había olvidado?,.. ¡Claro, la mascara de oxigeno! intenté regresar para ir por ella, pero ya era demasiado tarde, el fuego danzaba a mi alrededor tratando de seducirme y abrazarme entre sus cálidos brazos y yo ya no tenía fuerzas suficientes para resistirme, así que cerré los ojos y me entregué a él.

FIN.

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