- Lo siento Coronel - dijo con una temblorosa y nerviosa voz- Pero usted sabe que mi sueño desde que me uní al ejercito ha sido superarme e ir avanzando poco a poco en el escalafón de rangos.
- Claro que lo recuerdo Sargento, usted fue uno de los mejores Cabos a los que yo he entrenado y mira lo que con esfuerzo y dedicación has logrado, ¡Ya eres todo un Sargento!
- Si mi Coronel y me están dando una oportunidad que no puedo rechazar, ¡oh mi Coronel, cuanto lo siento! Ellos dicen que me nombrarán Coronel, así como usted, pero para eso, debo llevar a cabo una nefasta y horrenda tarea.
- No le entiendo nada de lo que está hablando Sargento, explíquese mejor, ¡es una orden!
- Lo siento mi Coronel, -dijo mientras sus ojos se llenaban de lagrimas - de verdad, no es mi intención y no sabe cuanto lo siento.
- Deje de llorar Sargento, ¡Esa no es cosa de Hombres!, ¡deje de llorar y explíquese!.
- Lo siento mi Coronel, lo siento mucho.
***BAM***
FIN.
Si te gustó este Microcuento, compártelo en tus redes sociales y suscríbete a mi Lista de Correos para recibir nuevos Microcuentos directamente en tu correo electrónico.
Twitter: @365Microcuentos
Comparte este Post: