Toqué y toqué mas nadie respondió, y me pregunte: ¿será que no hay nadie? o ¿será que ya alguien lo ha ocupado? y a pesar de mis miedos, seguí tocando y esperando.
Toqué
y toqué a las puertas de tu corazón, mas nadie respondió, y desde entonces, a
pesar ser ignorado y con el temor de que ya esté ocupado, sigo tocando y
esperando hasta que un día respondas mi llamado de amor.
FIN.
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