La bruja tiró la cuchara sobre el plato lleno de estofado, quejándose de su mal sabor, los hombres adultos no tenían tan buen sabor como los niños y su carne no era tan tierna como la de los niños tampoco... ¡Ay, como deseaba la bruja que un niño desobediente se perdiera en el bosque para tener una buena y deliciosa cena!
Fin.
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