483 - Dos ángeles ociosos.

Dos ángeles aburridos estaban acostados sobre una nube sin nada que hacer, así que para tratar de divertirse un poco, le quitaron la aureola a un tercer ángel que por allí pasaba, y empezaron a lanzársela entre ellos, evitando que el tercer ángel quien se quejaba y lloraba por su aureola la agarrara.

De la nada, las nubes se tornaron grises y dos rayos cayeron sobre los ángeles que jugaban con la aureola del tercer ángel, quemándole las alas y enviándolos al infierno, donde sus blancas ropas se ensuciaron y fueron puestos a trabajar día tras día, hora tras hora, sin descansar, como esclavos de Satanás.

Fin.

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