¿Era esa mi señal? ¿Acaso el Señor estaba escuchando mis suplicas?..
Y cuando empece a sonreír y a pensar que mi vida estaba por empezar a cambiar, fue cuando sentí caer en mi cabeza el cálido y pastoso mensaje que la hermosa paloma blanca me traía desde el cielo.
Esa era mi señal.
Fin.
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