Ese era el único día que sentía alivio, a pesar del miedo que le provocaban aquellos monstruos, porque se sentía guiado y no tenía que vagar perdido y sin rumbo fijo por los mundos.
FIN.
Si te gustó este Microcuento, compártelo en tus redes sociales y suscríbete a mi Lista de Correos para recibir nuevos Microcuentos directamente en tu correo electrónico.
Twitter: @365Microcuentos
Comparte este Post: