304 - Jack-O'-Lantern




Una vez al año, aquellas cabezas decapitadas con velas en su interior iluminaban su camino, que siempre estaba atestado de horribles monstruos cargando con bolsas llenas de dulces y caramelos.

Ese era el único día que sentía alivio, a pesar del miedo que le provocaban aquellos monstruos, porque se sentía guiado y no tenía que vagar perdido y sin rumbo fijo por los mundos.

FIN.

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