Mientras se balanceaba en su columpio, se le ocurrió la idea de volar, pero se lastimó las alas al estirarlas porque su jaula era muy pequeña; intentó escapar, pero no pudo romper el candado que lo mantenía encerrado y desde entonces se le escucha cantar una melodía triste y melancólica sobre como le hubiera gustado ser un canario y no un humano.
FIN
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