Decidida a cruzar la calle para huir de sus problemas, no se percató que a mitad de camino la esperaba un viejo amigo, alto, encapuchado y con una guadaña en la mano; y a pesar que no logró cruzar la calle, su amigo la llevó al otro lado.
FIN.
Si te gustó este Microcuento, compártelo en tus redes sociales y suscríbete a mi Lista de Correos para recibir nuevos Microcuentos directamente en tu correo electrónico.
Twitter: @365Microcuentos
Comparte este Post: