Cuando despertó súbitamente, un poco después de la media noche, lo hizo con el corazón acelerado y una gran sonrisa en su rostro; sin embargo, cuando miró al otro lado de la cama y lo encontró tan frío y solitario como siempre había estado, descubrió que todo había sido un sueño y, abrazando fuertemente su almohada, se puso a llorar hasta que se volvió a quedar profundamente dormido.
Fin.
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