Cuando la Princesa abrió los ojos, se quedó congelada con lo que vio: sus padres habían sido brutalmente asesinados y yacian muertos sobre sus tronos,
- Ahora que tus padres no están para oponerse - continuó diciendo el novio plebeyo - ¿Te casarías conmigo? - le preguntó, sacando de su bolsillo un anillo de compromiso sin diamante.
La Princesa, alternando la mirada entre su novio arrodillado frente a ella, y sus padres muertos, no pudo responder la pregunta que éste le hacía y se desmayó al instante.
Fin.
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