Un día la vi en cuclillas, en la calle, balanceándose hacía delante y hacía atrás, mordisqueándose los huesos ensangrentados ya sin carne de lo que alguna vez fueron sus dedos.
"¿Qué le habrá pasado?" Me pregunté, pero no me detuve a preguntar porque tenía cosas más importantes que hacer.
FIN.
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