Veo como todos caminan hacía las fauces del horrible monstruo y este los devora sin compasión, nunca se satisface, siempre vuelve por más y más, pero a todos los vomita y salen apresurados como alma que lleva el diablo, algunas veces los muerde con sus dos grandes y horrorosos dientes y otras veces hasta se atraganta y los deja encerrados en su garganta por horas.
Yo le tengo miedo a ese monstruo, por eso siempre uso las escaleras.
FIN.
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