Alrededor de su cama en el hospital estaban todos sus familiares y amigos que se habían reunido ese día para celebrar su cumpleaños número 107, a pesar de condición médica; pero lo que debió de ser una velada llena de alegría, se convirtió en una tragedía cuando su cabeza calló inerte sobre el pastel de cumpleaños después de haber apagado de un solo soplo las 107 velas.
Fin.
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