634 - La transformación.

Había una vez un perrito labrador negro que siempre se la mantenía al lado de su amo, jugueteando con él y moviendo su colita negra de un lado para otro, demostrando lo feliz que era; pero después de que su amo muriera en un accidente de tránsito, el perrito labrador negro dejó de juguetear y nunca más agitó su colita negra de un lado para otro.

 Un día, el perrito labrador negro despertó siendo un gato negro, y desde entonces se la mantiene deámbulando solitariamente por las calles, gruñendo a cualquiera que se cruce por su camino y dandoles mala suerte.

Fin.

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