- ¿Qué es eso? -preguntó el cadete, confundido.
- ¡Flexiones de pecho, cadete! ¡Hágame 100 flexiones de pecho!
- 98, 99 y... 100 -gritó un rato después, terminando de contarlas y, exhausto, con los brazos ardiendo, se dejó caer sobre su pecho, con los brazos estirados y la lengua afuera por el cansancio.
- ¡Cadete! -lo regañó el Teniente al verlo-. ¿Qué hace tirado como una lagartija en el suelo?
Y en ese momento comprendió porqué le decían así a las flexiones de pecho.
Fin.
Para mantenerte al día con todos los microrrelatos nuevos, tips de escritura, datos, contenido extra y mucho más, sígueme en:
Google Play Store: 365 Microcuentos
Twitter: @365Microcuentos
Facebook: @365Microcuentos
Instagram:@365Microcuentos
Comparte este Post: