625 - La manzana no cae muy lejos del árbol.

- ¡Y te vas a tu cuarto ahora mismo! - le grité...

No podía creerlo, le había gritado; a pesar de las tantas veces que me dije que yo no iba a ser como él, que yo era diferente y ahora...

Ahora me doy cuenta de que cada día que pasa me parezco más a él, sin importar cuanto intente no ser como él.

Fin.

Comparte este Post: