Una vez en el aire, tomo un descansó de su libro para volver a mirar por la ventanilla y esta vez le pareció ver que todas las nubes tenian forma de calavera y un poco intrigado volvió a retomar su lectura, para no dejar que pensamientos indeseados invadieran su cabeza.
Al escuchar el anuncio del capitan indicando la pronta llegada a su destino, volvió a mirar por la ventanilla, soltando un suspiro de alivio; pero al ver que su aliento había empañado el vidrio de seguridad y que se podía distinguir una calavera gritando en los restos de su aliento, creyó que todo no era más que un juego de su inaginación y se apresuró a limpiar el vidrio con la manga de su chaqueta trantando de borrar la imagen de su cabeza y al finalizar su faena, dejó el vidrio limpio justo a tiempo para ver a través de la ventanilla como el fuego empezaba arder en el ala tras la gran explosión del motor.
Fin.
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