591 - El baño dorado.

En su casa, ella tenía un baño dorado, donde  todo estaba hecho de oro puro, desde la ducha hasta el lavabo; así que cada vez que se encontraba lejos de casa y necesitaba ir al baño, exclamaba con tristeza: "¡Ojala tuviera mi baño dorado!" ante el baño sucio y, quizás, blanco en el que tenía que hacer sus necesidades, sin saber, que al hacer tal comentario hacía que las personas más perversas volteran la cabeza para observarla mejor y lanzarle una mirada viciosa.

Fin.

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