Al día siguiente, cuando despertó de su larga siestecita, el anciano mellado descubrió horrorizado que, mientras dormía, su único diente se había convertido en una pequeña monedita.
Fin.
Para mantenerte al día con todas las publicaciones, datos, e información pertinente a los microrrelatos, puedes seguir a 365 Microcuentos en:
Twitter: @365Microcuentos
Facebook: @365Microcuentos
Instagram:@365Microcuentos
Pinterest: @365Microcuentos
Comparte este Post: