Lo cual causó gran conmoción a la población, todos estaban aterrados, esperaban lo peor. Durante los primeros días, representantes de cada país intentaron comunicarse con las naves y sus posibles tripulantes alienígenas, pero sin importar los medios de comunicación que usaran, ni los diferentes lenguajes o códigos conocidos por los humanos, no pudieron establecer un contacto.
A medida que pasaban los días y las semanas, la población sintió más y más miedo y ansiedad, porque temían que en cualquier momento las naves podrían empezar un ataque tan fugaz como su aparición y acabar con la tierra, o peor aún, con la humanidad en un abrir y cerrar de ojos. Por esto, millones de personas empezaron a protestar por todo el mundo, para que los gobiernos y la milicia tomaran cartas en el asunto para expulsar las naves alienígenas del planeta.
Guiados por el miedo y la presión social, los gobiernos de los paises decidieron atacar las naves alienígenas, primero intentaron dispararle balas. Pero el material con el que estaban hechas, era un metal muy extraño y fuerte, que hizo que las balas rebotaran y, en cambio, hirieran a quienes habían disparado.
Al ver lo sucedido, los gobernantes se tomaron este suceso personal y consideraron que los alienígenas los estaban retando, a pesar de que no se había detectado ningún movimiento o contraataque de parte de las naves. Así que organizaron un segundo ataque, esta vez con misiles y explosivos, pero al igual que el primer ataque, todo lo que dispararon y lanzaron a las naves alienígenas rebotó y cayó sobre los tanques y bases militares desde donde las habían atacado.
Enojados, por lo que había pasado, los gobernantes sentían que los alienígenas se estaban burlando de ellos, de tal forma, para tratar de reír de último, organizaron un gran ataque nuclear, con el que estaban seguros que destruirían las naves invasoras y salvarían el planeta.
Sin embargo, igual que como había pasado con los misiles y los disparos, cuando lanzaron las bombas y misiles nucleares contra las naves alienígenas, estas rebotaron y cayeron sobre la tierra, destruyendo todo y acabando hasta con el más mínimo rastro de la humanidad.
Fin.
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