1021 - Juegos Macabros: ¡Tocado!

A pesar de que corría a toda velocidad, pude ver su sombra acercarse más y más hasta que finalmente sentí su sarnosa mano llena de pústulas de pus tocar mi nuca y luego deslizarse por mi desnuda espalda hasta llegar a mi trasero.

- ¡Tocado! -me dijo sonriendo,  mientras me detenía, y al hacerlo me dio unas palmaditas en mi mejilla con su asquerosa mano, informándome: - ¡Ya estás contagiado! ¡Ahora te toca a tí!

Fin. 

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