798 - Engordando la cochina.

Después de pasar varias horas quejándose de su padre, el menor de los dos hermano dijo:

- ¿Y por qué no lo matamos y nos quedamos con la herencia?
- ¡¿Estás loco?! 
- Disculpa, no sé en que estaba pensando. 
- Tenemos que ser pacientes y soportar a papá mientras todavía pueda trabajar, para que coseche más y más riquezas y sea mejor nuestra herencia. 
- Cierto, cierto, hermano, tienes razón.  
- Claro, por eso soy el mayor, ahora bien, cuando papá llegué a la crisis de la tercera edad y empiece a gastarse su fortuna en viajes y lujos, ahí si nos deshacemos de él. 

Fin. 

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