1401 - El Problema de la Vecina.

Sir Helder Amos | domingo, septiembre 07, 2025 |



Cuando le dieron las llaves de su nueva casa, el joven, muy emocionado, corrió a la ferretería y compró todo lo necesario para instalarle una gran lámpara en el frente, porque según sus creencias, tener la entrada de la casa bien iluminada atraía abundancia, bendiciones y felicidad. 

En su primera noche en la casa, se quedó hasta tarde instalando la lámpara, así que al día siguiente cuando sonó el timbre al salir el sol, el joven estaba muy cansado. 

- Buenos días - lo saludó una viejita, despeinada y hedionda - Bienvenido al vecindario, yo vivo acá al lado, y tu nueva lámpara no me dormir porque la luz entra por mi ventana. 

Al escuchar la queja, el joven se disculpó, le explicó a la viejita sus creencias y le ofreció comprarle e instalarle unas cortinas en su habitación para que la luz no la molestara.  

La vecina aceptó gentilmente su propuesta y esa misma tarde el joven le instaló las cortinas.

***

- Buenos días - lo saludó la viejita al día siguiente, tras tocarle el timbre tan pronto saliera el sol - te quería pedir disculpas, pero las cortinas son muy claritas y la luz de tu casa no me deja dormir. 

El joven, apenado, se disculpó y le ofreció cambiarle las cortinas a la vecina por las mas caras y hermosas del mercado.

La vecina aceptó su propuesta y esa misma tarde el joven le instaló las nuevas cortinas. 

***

- Buenos días - lo saludó la viejita al día siguiente, tras tocarle el timbre tan pronto saliera el sol - esas nuevas cortinas tampoco sirven, la luz de tu casa no me dejó dormir. 
- ¡¿Cómo es eso posible?! - explotó el joven - Esas cortinas son las mejores. 
- No se - respondió la vecina, encogiéndose de hombros - No pude dormir por la luz de tu casa. 
- La entiendo, no se preocupe, estar tarde le resuelvo el problema de la lámpara. 

La vecina, agradecida, regresó a su casa y el joven se puso a trabajar y antes de caer la noche había levantado una cerca tan alta que impedía que la luz de la lámpara alumbrara a la vecina. 

*** 

- Buenos días - lo saludó la viejita al día siguiente, tras tocarle el timbre tan pronto saliera el sol - lo siento mucho, pero por las rendijas de tu nueva cerca se me mete la luz de casa y me llega justo en los ojos cuando me acuesto en mi cama, así que no pude dormir anoche. 
- ¡Qué casualidad! - proclamó el joven - ¡Justo en sus ojos! 
- Sí. No sabes cuánto me apena -le dijo la viejita. 
- No se preocupe, esta misma tarde lo resuelvo.  

Y la viejita se fue a su casa, mientras que el joven se fue a buscar una tela para cubrir la cerca y así evitar que la luz de su casa pasara por la rendijas y molestara a la vecina. 

Sin embargo…

- Buenos días - lo saludó la viejita al día siguiente, tras tocarle el timbre tan pronto saliera el sol - disculpa tanta molestia, pero con eso que le pusiste a la cerca y la luz de casa, me cae la sombra sobre mi ventana, lo que hace que mi cuarto sea muy oscuro y anoche casi me caigo porque no veía nada. 
- ¡No me diga! ¿Ahora es muy oscuro por mi cerca? 
- Sí, joven, que pena.
- No se preocupe, vecina, que está misma tarde le resuelvo.

Pero esa tarde, en vez de buscar una solución a la vecina, el joven se fue y adoptó un perro, y esa noche antes de dormir lo dejó amarrado cerca de su puerta, justo abajo de la lámpara que había puesto para mantener su casa iluminada.  

Al día siguiente lo despertaron los ladridos de su perro y el joven se levantó de la cama con una gran sonrisa. Porque sabía que la vecina ya no lo molestaría.  

Fin.

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