Tan pronto salió de su capullo, la mariposa pretenciosa olvidó todo su pasado detrás, y ahora, cuando las orugas curiosas se le acercan para preguntarle si duele mucho convertirse en una hermosa mariposa, ella las ignora porque no le gusta que la vean hablando con esas orugas gordas y feas.
Fin.
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