- ¿Cómo has obtenido tan majestuosa vajilla?
- ¿La vajilla? Bueno... Ehh... Está vajilla fue un presente que me hizo el Rey por hacerle un favor, sí, fue un regalo del Rey - respondió el alquimista nerviosamente al mismo tiempo de que se ponía la mano sobre su túnica para cerciorarse de que la piedrita color escarlata siguiera en su bolsillo.
Fin.