El conejo con la pata de palo cojeaba de un lado a otro por todo el barco pirata, siempre con una copa de brandy en la mano y mirando al horizonte, recordando los viejos tiempos cuando vivía en el bosque y saltaba de un lado a otro sin nada de que preocuparse; y
ahora...
Ahora su único objetivo era vengarse...
Vengarse de aquel pirata que le había arrancado una pata para tener buena suerte mientras cometía todas sus fechorias.
FIN.