En las últimas vacaciones fuimos a la anticuada casa de campo de mi abuelo, allí había un reloj anticuado, una televisión anticuada, un cuadro anticuado, un juego de comedor anticuado, una cocina anticuado, una recamara anticuada y mi abuelo, quien me vio jugando en mi Laptop y me regañó diciendo que en sus tiempos, los verdaderos juegos se jugaban al aire libre y con personas reales.
FIN.
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