984 - El gran deseo a las 30 velitas.

Sir Helder Amos | viernes, abril 29, 2016 |
En su fiesta de 30 años, antes de soplar las velitas del pastel, cerró los ojos fuertemente y deseó: "Quiero un novio, pero no uno cualquiera, sino un novio alto, guapo, de cabellos oscuros, piel blanca, manos grandes, ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... de buena familia, trabajador, honesto, ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ...  que me ame por siempre y que quiera casarse lo antes posible, porque ya tengo 30 y me estoy convirtiendo en la tía solterona."

Y para cuando abrió los ojos, descubrió, sorprendida, que todas velitas se habían consumido y que los invitados se habían ido.

Fin.

983 - La bruja curandera.

Sir Helder Amos | martes, abril 26, 2016 |
Hace mucho, mucho tiempo, en un pequeño pueblo de no más de mil habitantes, había una anciana muy inteligente que había pasado toda su vida estudiando los poderes curativos de las hierbas y cómo usarlas y mezclarlas para poder sanar a las personas; así que todos en el pueblo, cuando se enfermaban, iban a visitar a la anciana, quien era la única curandera que allí había.

Un día, al notar su vejez, la anciana decidió enseñarle a una de las chicas más inteligentes del pueblo todo lo que sabía para que tomara su lugar cuándo muriera; sin embargo, al no estar muy interesada, la chica no entendía nada de lo que le decía su maestra y hacía muchas preguntas estúpidas.

- ¡No entiendo! ¿Cómo esta infusión de camomila puede aliviar el malestar estomacal? -preguntó la chica por quincuagésima vez.
- ¡Con magia, chica, con magia! -le respondió la anciana, perdiendo la paciencia-. Cuando llegue alguien con malestar estomacal tú le das una infusión de camomila y esa persona se curará mágicamente.

La chica, sorprendida por la respuesta, empezó a llorar y, aterrada, salió corriendo de la choza de la anciana mientras gritaba: "¡BRUJA! ¡BRUJA! ¡LA CURANDERA ES BRUJA!". Haciendo que todos en el pueblo se alertaran y, cuando le exigieron una explicación por tal acusación, varias mujeres palidecieron y corroboraron las palabras de la chica, diciendo que la anciana las había curado de su malestar estomacal muy misteriosa y efectivamente utilizando esa poción mágica.

Horrorizados por tener una bruja entre ellos, todo el pueblo se conglomeró frente a la choza de la anciana y tumbaron su puerta a la fuerza, sin dejarla hablar, la tomaron por el pelo, la arrastraron por la calle y la quemaron viva en la plaza central.

Fin.

982 - El secreto de los deseos.

Sir Helder Amos | jueves, abril 21, 2016 |
En una de las bancas del parque que estaban frente al pequeño lago artificial, dos amigos estaban sentados alimentando a los patos.

- ¡Ay! No veo el momento en el que me convierta en un escritor famoso -dijo el más alto y delgado de los amigos, soltando un suspiro.
- ¡Shhhhh! -lo cayó el otro, que era gordito y bajito- ¿Nunca has escuchado que los deseos y los negocios deben mantenerse en secreto hasta que se cumplan? No puedes andar por ahí gritando tus deseos a los cuatro vientos.
- ¡Bah! ¡Pamplinas! Yo creo que es al revés y que el secreto de los deseos está en decirlos, creerlos, vivirlos, que todos lo sepan y que el mundo lo crea para que el destino no tenga más opción que hacerlos realidad, por eso yo digo: ¡Quiero ser un escritor famoso! No, por eso grito: ¡QUIERO SER UN ESCRITOR FAMOSO! ¡QUIERO SER UN ESCRITOR FAMOSO! ¡QUIERO SER UN ESCRITOR FAMOSO!

Después de semejante escándalo, un hombre alto que pasaba por allí y que vestía un traje gris claro, de tez pálida, con cabellos negros lacios que llegaban hasta la comisura de su boca y que tapaban, de cierto modo, sus ojos que eran de colores distintos, el derecho negro y el izquierdo dorado, se acercó a los dos amigos sosteniendo entre sus manos un bastón negro con una perilla dorada en forma de ojo.

- Disculpen, pero me pareció haber escuchado que uno de ustedes gritó que quería convertirse en un escritor famoso.
- Si, yo -respondió el más alto, mientras el gordito se quedó muy callado y lo señalaba con una mano.
- Resulta que yo soy editor y representante literario, si quieres, toma mi tarjeta y pasa por mi oficina para que conversemos -propuso el hombre, sacando una tarjeta del bolsillo interno de su traje y dándosela al joven con su larga, huesuda y pálida mano.
- ¡Gracias! -dijo el amigo, tomándola y sonriendo.
- Espero nos veamos pronto -añadió el hombre, antes de girar en sus talones y seguir su camino.
- ¿Viste? -preguntó el amigo alto.
- ¿Qué cosa? -inquirió el gordito.
- Lo que te decía. Si no hubiera dicho y gritado mi sueño de convertirme en un escritor famoso, no tuviera, en este momento, la oportunidad de reunirme con un editor.
- ¿Y vas a ir? Ese hombre da miedo.
- Sí, ¿por qué no? El hombre es algo extraño, lo admito, pero ni que fuera el diablo.

Fin. 

981 - La leccion de vida.

Sir Helder Amos | martes, abril 19, 2016 |
- ¡Guarden sus lápices! -anunció la nueva maestra de historia al entrar al salón-. A partir de este momento escribirán solo con bolígrafo.

- ¡Pero maestra! -reprochó el alumno más inteligente de la clase-. ¿Y si nos equivocamos?

- Si se equivocan, tachan, enmiendan o arreglan -respondió firmemente-. Mi deber como maestra, aparte de darles lecciones de historia, es darle lecciones de vida, y la vida es como escribir con bolígrafo, no podemos borrar nuestros errores y reescribirlos, si no que tenemos que tachar, enmendar, arreglar y, en algunos casos más extremos, arrugar la hoja, botarla y empezar desde cero.

Fin.

980 - Los huesos para los perros.

Sir Helder Amos | sábado, abril 16, 2016 |
Cuando salió por primera vez de su tumba, el esqueleto se sentó sobre ella a pensar sobre su muerte; pero unos segundos más tarde, otro esqueleto se le acercó, corriendo y gritando:

- ¡¡¡CUIDADO CON EL PERRO!!! ¡¡¡CORRE!!!
- ¿Qué dices? ¡A mí me encantan los perros!
- ¡ESO ERA ANTES! -gritó el esqueleto, tomando a su nuevo amigo por su huesuda mano y jalándolo para que empezara a correr- ¡CORRE!

Fin.

979 - El mejor accesorio.

Sir Helder Amos | jueves, abril 14, 2016 |
Después de pasar horas vistiéndose, peinándose y maquillándose, la joven, alta, esbelta y bella chica se quedó un largo rato viéndose frente al espero, sintiendo que, a pesar de todo, algo le faltaba.

En ese momento, escuchó a su novio millonario entrar en la habitación y, estirando su mano hacía él, lo llamó:

- ¡Querido! ¿Puedes venir acá un momento?
- ¿Qué pasa, amor?
- Nada, sólo, shhhh, quédate en silencio y párate aquí, junto a mí.

Y cuando el reflejo de su novio apareció junto a ella y la tomó por la cintura, pensó satisfecha: "Perfecto."

Fin.

978 - El vuelo de la bruja del 7-1.

Sir Helder Amos | martes, abril 12, 2016 |
Esa noche, alrededor de las 3:30 a.m. se escuchó una gran explosión seguida de un apagón general.

Cuando los vecinos de uno de los edificios afectados salieron de sus apartamentos para ver qué había sucedido, se encontraron a la inquilina del 7-1 muerta, enredada y electrocutada entre los cables de corriente que colgaban debajo de su ventana.

Pero lo que más inquietó a los vecinos no fue el apagón, ni la misteriosa muerte de la inquilina, sino los maullidos melancólicos del gato negro que estaba sentado al lado de una escoba de paja que se encontraba justo debajo del cádaver colgante de la mujer; porque eso solo se podía significar una cosa, que todos los rumores de que esa mujer era una bruja eran ciertos, sin embargo, los más escépticos insistían en que la inquilina solo se había suicidado, lanzándose desde el balcón de su recámara en el piso número 7.

Fin.

977 - El padrino.

Sir Helder Amos | domingo, abril 10, 2016 |
Cuando mi mejor amiga me preguntó si quería ser el padrino de su hijo, me emocioné mucho y me imaginé usando un smoking, fumando y llegando, rodeado de una banda de bandidos, a la iglesia a bautizar a mi primer ahijado.

- ¿Entonces? ¿Qué dices? ¿Te gustaría o no? -me preguntó de nuevo mi amiga, al ver que me había quedado absorto en mis pensamientos.
- Me encantaría -le respondí, usando un tono bajo y grave, imitando a Al Pacino.

Fin.

976 - La casa en Marbella.

Sir Helder Amos | jueves, abril 07, 2016 |
Cuando vi a mi compañero de trabajo mirando, absorto, la lluvia caer a través de la ventana, le pregunté:

- ¡Ey! ¿En qué piensas?
- Oh, no, en nada, aquí soñando despierto -respondió, tras soltar un suspiro.
- ¿Y en qué soñabas?
- En que tenía una casa frente al bello mar en Marbella, pero ¡ugh! la vida es injusta y eso es mucho pedir.
- Yo no lo creo.
- ¿Te parece? ¡Entonces, regálame una!
- Si fuera millonario te la diera, pero me refería a que no es mucho pedir, porque desear, soñar, es gratis y no hay límites, así que nunca es mucho pedir, al contrario sueña más y pide más, porque quién quita y tus sueños se hagan realidad -le expliqué.
- ¿Sabes algo? En ese caso, tienes razón, así que aparte de tener una casa frente al bello mar en Marbella, también me gustaría tener una piña colada en mi mano mientras tomo el sol.
- ¡Jajaja! ¿Ves? ¡Eso está mucho mejor!

Fin.

975 - La médium enamorada.

Sir Helder Amos | martes, abril 05, 2016 |
Cuando la médium entró en el café se sorprendió al ver el fantasma de una mujer bailando alegremente sobre la cabeza de una persona, pero se sorprendió aún más al descubrir que esa persona era el hombre más bello que había visto en esta y en sus pasadas vidas.

Acercándose al hombre, quien estaba sentado, solo, en una mesa para dos, le dijo:

- Hola, soy médium y puedo ver el fantasma de tu difunta esposa a tu lado.
- ¿En serio? -preguntó el hombre sorprendido.
- Sí.
- ¿Y qué dice? -inquirió el hombre, muy seriamente.
- Está muy triste -dijo la médium y, al hacerlo, el fantasma de la mujer dejó de bailar y se quedó viéndola extrañada.
- ¿Por qué? -preguntó el hombre, al borde de las lágrimas.
-  Porque no la dejas ir, y ella quisiera que la superaras y siguieras con tu vida -dijo la médium, haciendo que el fantasma de la mujer se quedara boquiabierta.
- ¿En serio?
- Sí.
- ¿Y qué puedo hacer al respecto?
- Pues, podrías empezar conociendo a nuevas personas y a atreverte a enamorarte de nuevo; ¿qué te parece si ordenamos algo y nos conocemos tú y yo un poco más? -dijo la médium, haciendo su movimiento, mientras el fantasma de la mujer empezaba a jalarse los pelos desesperadamente.
- ¿Qué dice ella? ¿Le gustaría que hiciera eso? -inquirió el hombre preocupadamente.
- Totalmente, le encantaría, hasta puedo verla sonreír -dijo la médium, mientras el fantasma de la mujer lloraba lágrimas de sangre y se retorcía en ángulos inhumanos en el aire.
- Bueno, está bien, te invito un café -aceptó el hombre-. Pero vámonos para otro lugar, porque este me trae muchos recuerdos

Fin.

974 - El poder de las armas.

Sir Helder Amos | domingo, abril 03, 2016 |
Cuando tomó el revolver entre sus manos y sintió el frio metal hacer contacto con su piel, un escalofrío recorrió todo su cuerpo helándole la sangre y haciéndole creer que era todopoderoso e invencible.

Fin. 

973 - El último Microcuento.

Sir Helder Amos | viernes, abril 01, 2016 |
"Adiós" escribió el autor y más nunca volvió a escribir un Microcuento.

Fin.

PD: ¡Feliz 1ero de abril! (Día de las bromas) =P