948 - El último deseo del artista.

Justo antes de morir, el joven artista, quien en vida había hecho lo posible e imposible para volverse famoso, le susurró a su padre al oído, desde su lecho de muerte:

- ¡Quémalo! ¡Quémalo todo! ¡Qué no quede nada! Mis escritos, mis pinturas, mis fotos, quémalo todo. Si no me valoraron en vida, no permitas que me sobrevaloren después de muerto.

Fin.

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