920 - Tamaño King.

Sir Helder Amos | lunes, noviembre 30, 2015 |
Cuando terminó de armar su nueva cama, se lanzó sobre ella y, mirando al techo con una gran sonrisa de satisfacción y ojos llorosos, por primera vez, después de llevar toda una vida de plebeyo, se sintió como un Rey.

Fin.

919 - Terapia ocupacional.

Sir Helder Amos | viernes, noviembre 27, 2015 |
Cuando regresó a la oficina, después de pasar tres meses de permiso por una crisis depresiva, la directora de la empresa fue caminando, con sus altos tacones de suela roja, hasta su cubículo y le lanzó un bulto de hojas encima del escritorio.

- ¿Qué es esto? -preguntó, confundido.
- Considéralo... terapia ocupacional -respondió la mujer sonriendo, malévolamente, con sus carnosos labios rojos.

Desde entonces, la directora ha hecho lo mismo todos los días, obligándolo a trabajar horas extras para que no tuviera mucho tiempo libre para pensar, sentir y recaer en la crisis.

Fin.

918 - La muerte de Satanás.

Sir Helder Amos | jueves, noviembre 26, 2015 |
Esta es una historia real, no le pasó a ningún amigo, me pasó a mi hace un par de semanas y todavía me tiene muy asustado.

En frente de mi departamento viven tres gatos, a los cuales llamé Satanás, Lucifer y Mefistófeles tras agarrarles cariño después de tanto alimentarlos y lidiar con ellos cada vez que salía del departamento.

Un día, hace un par de semanas, cuando salí, me encontré, horrorizado, a Satanás envenenado justo en la entrada del departamento. El pobre gato estaba estirado, tieso y, todavía, tenía rastros de una espuma blancuzca en su boca.

Asqueado y dolido por la muerte del animal, lo tomé, tieso como estaba, en mis manos, lo metí en una caja y lo enterré en el parque que está en frente del edificio.

Los dos días siguientes a la muerte de Satanás fueron muy tristes, era la primera vez que se me moría una mascota. y hasta los otros dos gatitos, Lucifer y Mefistófeles, lucían afectados por la perdida de su amigo, porque no querían comer, jugar y casi ni maullaban cuando me veían.

Sin embargo, al tercer día después de la muerte de Satanás pasó algo mágico o tenebroso, depende de desde el punto de vista con el que se vea, porque cuando salí, me encontré, sorprendido, a Satanás maullando junto a Lucifer y Mefistófeles en la entrada del departamento.

Sin poder creer lo que veía, lo llamé "¡Satanás!" y, al escucharme, el gato voltio, me miró a los ojos y maulló como solía hacerlo antes de su muerte; al ver esto, incrédulo, lo llamé dos, tres y hasta cuatro veces más para ver si realmente era él y, cada vez que lo llamaba, el gato volteaba y me maullaba con su manera muy peculiar.

Desde entonces, Satanás sigue viviendo, cómo si nada hubiera pasado, junto a los otros dos mininos en frente de mi departamento. Y yo, a pesar de que cada vez que cuento la historia me dicen que lo desentierre para ver si el cuerpo sigue allí, prefiero aplicar la de Schrödinger y dejar al gato en su caja.

Fin.

917 - El cristiano políglota.

Sir Helder Amos | martes, noviembre 24, 2015 |
Cansado de que el Señor nunca escuchara sus plegarias en su lengua natal, estudió los distintos idiomas del mundo para hacer sus oraciones en español, francés, ingles, japones e italiano para ver si, así, el Señor lo escuchaba.

Fin.

916 - Endorfinas.

Sir Helder Amos | domingo, noviembre 22, 2015 |
Es curioso de ver como, cuando viene a buscarme para ir al gimnasio, siempre llega escuchando, en su carro,  los jazz y blues más tristes y melancólicos que han existido y, cuando regresamos a casa, después de entrenar, lo hacemos al son de las canciones pop más alegres y movidas del momento.

Fin.

915 - Bloqueo del escritor.

Sir Helder Amos | miércoles, noviembre 18, 2015 |
A la misma hora de siempre, cuando el escritor abrió su laptop para escribir, su mente se quedó en blanco. Y tras pasar  horas y horas sentado frente  a su ordenador, acariciando el teclado sin obtener algún resultado, se dio por vencido y se dijo para sí mismo: "Nop, nada."

Al día siguiente le sucedió lo mismo, y al siguiente, y al siguiente.

Preocupado, al siguiente día, el escritor decidió salir para despejar su mente, fue al teatro y caminó por el parque; pero, a pesar de que vio muchas cosas que podrían inspirarlo, cuando  regresó a casa y se sentó a escribir. "Nop, nada."

Al día siguiente, el escritor pasó todo el día pensando en algo sobre lo que escribir hasta que, finalmente, se le ocurrió la grandiosa idea de escribir sobre el bloqueo del escritor, sin embargo, cuando se sentó de nuevo frente a la computadora: "Nop, nada."

Fin.

914 - El divorcio de Figaro.

Sir Helder Amos | domingo, noviembre 15, 2015 |
Cuando el juez, Curzio, escuchó que Figaro iba a divorciarse, corrió y  le colocó un letrero de cerrado a la notaría porque, después de todos los acontecimientos previos al casamiento, ni loco querría involucrarse en el divorcio. 

Fin. 

913 - El falso profeta.

Sir Helder Amos | jueves, noviembre 12, 2015 |
Todos los días, el falso profeta salía a la calle para alarmar a la gente de las catástrofes o castigos divinos que se inventaba con la esperanza de que, algún día, la casualidad lo favoreciera y lo convirtiera en un verdadero profeta. 

Fin.

912 - El profeta.

Sir Helder Amos | miércoles, noviembre 11, 2015 |
La mañana del 19 de noviembre, cuando encendió el televisor para ver la noticias, palideció y se quedó petrificado al escuchar que un gran tsunami se acercaba a la ciudad. 

- No puede ser -se dijo a si mismo, viendo con nauseas el plato de cereal que tenía en frente de él- ¿Ese hombre? ¿Ese loco? ¿Un profeta? -se preguntó, recordando al indigente sucio y desmarañado qué había querido llamar la atención en el bus la semana pasada al decir que un castigo divino inundaría la ciudad la tarde del 19 de noviembre para castigar a todos los pecadores.

Fin.

911 - La granja del frente.

Sir Helder Amos | lunes, noviembre 09, 2015 |
Desde el amarillo porche de madera de su granja, padre e hijo pasaban la tarde tranquilamente cuando:

- Mira, ahí van llegando los nuevos vecinos -dijo el hombre, señalando con su dedo la gran camioneta último modelo que llegaba a la granja del frente.

- Vamos a ver cuanto tiempo duran -añadió el niño, mientras jugaba con su perro sin ni siquiera levantar la mirada.

Fin.

910 - XIII DEATH.

Sir Helder Amos | viernes, noviembre 06, 2015 |
Esa mañana, como de costumbre, sacó una carta del tarot antes de salir de su casa; pero cuando vio, asustado, que había sacado la carta XIII DEATH, la metió, rápidamente, de regreso en el mazo y salió corriendo, porque no tenía tiempo para asustarse ni pensar en su significado debido a todas las cosas que tenía que hacer.

Ese día pasó toda la mañana ajetreado, la tarde haciendo diligencias y la noche complicado. Hasta que finalmente pudo regresar a casa y, sin perder un segundo, se lanzó directamente a la cama, MUERTO de sueño y cansancio. Sin embargo, segundos antes de quedarse dormido, recordó la carta que había sacado en la mañana y sonrió levemente.

Fin.

909 - Los giros de la vida.

Sir Helder Amos | martes, noviembre 03, 2015 |
En uno de nuestros momentos de silencio sentados en la playa, noté que mi novio estaba más pensativo que de costumbre.

- ¿En qué piensas?
- En la vida - me respondió, soltando un suspiro y sonriendo llevemente.
- ¿Deprimido otra vez? - le pregunté, consternado, al ver que sonreía.
- No, no, todo lo contrario, es solo que... Me preguntaba quien seré o donde estaré en cinco o diez años.
- ¿Cómo así? Seguiras siendo tú, ¿no?
- Quizás si o quizás no - me respondió tranquilamente-.  Estaba pensando que hace cinco años cuando me gradué de la universidad como ingeniero, pensé que esa sería mi vida: la de un ingeniero trabajador y amante de la tecnología. Y mirame ahora, cinco años después soy un escritor o, mejor dicho, un intento de escritor que prefiere un libro a un e-book.
- Sigue, creo que te entiendo.
- Entonces, me estaba preguntando: ¿Quien seré o donde estaré? ¿Seguiré siendo escritor? ¿Seguiré viviendo en este país? ¿Me convertiré en pintor? ¿Artista? ¿Cantante? ¿Volveré a retomar la ingeniería?...  Y miles de preguntas más que revoloteaban por mi cabeza.
- Ya veo porque estabas tan callado; pero ¿sabes una cosa?
- ¿Qué?
- No importa lo que seas o donde estes, ojalá sigamos estando juntos - le dije, dándole un beso en la mejilla.

Fin.

908 - Belcebú.

Sir Helder Amos | domingo, noviembre 01, 2015 |
Ese día de verano, mientras intentaba tomar su almuerzo en su casa de campo, las decenas de moscas, que habían en el aire, revoloteaban a su alrededor e intentaban posarse sobre su comida sin dejarlo almorzar en paz.

- ¡Belcebú! - gritó el joven, obstinado, mientras espantaba las moscas con una mano-. ¡Controla a tus súbditos y ordénales que me dejen comer en paz!

Al instante, todas las moscas desaparecieron y el joven, sorprendido, terminó de comer tranquilamente; pero esa tarde, mientras tomaba la siesta bajo un gran árbol,  el joven tuvo un sueño muy extraño en el que millones de moscas lo atacaban y se lo llevaban volando a una oscura caverna, donde una grotesca mosca gigantesca lo estaba esperando para comérselo.

Al despertar, sudoroso y aterrado, el joven corrió a su vehículo, se montó y pasó toda la noche manejando de regreso a la ciudad, haciendo pequeñas paradas en todas las iglesias que encontraba en el camino para rezar un poco y jurar que más nunca volvería a jugar con demonios.

Fin.