651 - Las dos caras de la Ciudad.

Sir Helder Amos | jueves, enero 31, 2013 |
En el día no paraba de pensar cuanto odiaba la ciudad por lo ruidosa y concurrida que era; pero por las noches se sentaba en la ventana de su penthouse a admirar la belleza de la ciudad iluminada y lo calmada que estaba.

Fin.

650 - A veces, el adulterío se paga caro.

Sir Helder Amos | domingo, enero 27, 2013 |
El sónido de la puerta delantera abriendose hizo que se detuvieran en lo que estaban haciendo.

- ¡Llegó mi marido!
- ¡¿Qué?! ¡¿Pero supuestamente él no llegaba hasta las seis?!
- Si; pero no se que ha pasado hoy, escondete debajo de la cama, ¡rápido, ya viene subiendo las escaleras!

Y cuando se escondió debajo de la cama, ella se levanto de la cama, corrio hacía la puerta y se lanzó en los brazos de su marido.

- ¡¿Por qué te tardaste tanto?! ¡Casi tengo sexo con él!
- Lo siento, me entretuvo la vecina hablandome de sus gatos - le respondió éste, calmado, mientras presionaba el interruptor que estaba al lado de la puerta, y al hacerlo del piso que había debajo de la cama salieron miles de agujas que mataron en segundos al hombre que allí se escondía.

Fin.

649 - En tierra de ciegos, el tuerto es rey.

Sir Helder Amos | martes, enero 22, 2013 |
Cuando el tuerto entró en la tierra de los ciegos, su rostro se iluminó.

Fin.

648 - Melancolía.

Sir Helder Amos | viernes, enero 18, 2013 |

-¿Está todo bien? - le pregunte al notar que había soltado un largo suspiro mientras veía por la ventana con la mirada perdida.

- ¿Uh? ¡Ah! Si, todo esta bien, no te preocupes - me respondió, y luego me regaló una sonrisa falsa para que me calmara.

Fin

647 - Malicia.

Sir Helder Amos | lunes, enero 14, 2013 |
"Ven, acércate un poco a mi, Icarus, no te va a pasar nada, te lo prometo" le susurró el Sol a Icarus mientras volaba por el cielo, sabiendo muy bien lo que le pasaría a éste si se acercaba mucho a él.

Fin.

646 - El secreto debajo del sombrero de María.

Sir Helder Amos | viernes, enero 11, 2013 |
María nunca salía de su casa sin su sombrero, y mientras estaba en la calle, nunca se lo quitaba, así que con el pasar del tiempo, las personas del pueblo inventaron historias sobre María y sobre qué escondía debajo de su sombrero.

- Debajo del sombrero de María se esconde un terrible Monstruo de siete ojos y dos cabezas - decían algunos pueblerinos.

- Debajo del sombrero de María no hay nada, ni pelo, porque ella usa su sombrero solo para esconder su prematura calvicie - decían aquellos más escepticos.

Pero la verdad era que debajo del sombrero de María si había algo escondido; pero no era un monstruo, ni mucho menos su calvicie prematura, si no un girasol que había nacido en la cabeza de María, porque cuando ella era pequeña se había tragado una semillita de girasol.

Fin.

645 - El nuevo apartamento.

Sir Helder Amos | martes, enero 08, 2013 |
Tímidamente, el niño alzó la mano y saludo a los fantasmas que habitaban en su nuevo hogar.

Fin.

644 - El cinturón de Orion.

Sir Helder Amos | domingo, enero 06, 2013 |
Orion alzó la vista al cielo nocturno y miró con tristeza las constelaciones de estrellas; se le estaban cayendo los pantalones.

Fin.

643 - Los zapatos de carrera.

Sir Helder Amos | jueves, enero 03, 2013 |
Un día, mi padre, el zapatero, cansado de verme llorar por llegar siempre de último en las carreras que hacían en la escuela, me hizo un par de zapatos de carreras que tenían unas alitas a los lados con los cuales, según él,  nunca perdería otra carrera; pero nunca súpe si los zapatos servían o no, porque nunca los usé, me daba pena usar unos zapatos de carrera con alitas a los lados.

Fin.

642 - Mentiras.

Sir Helder Amos | martes, enero 01, 2013 |
En una casa abandonada:
- ¡Si nos dices donde está, y todo lo que sabes al respecto no te mataremos!
- ¡Está bien, hablaré; pero por favor, no me maten, lo que buscan está en...
- ¿Estás seguro de lo que dices?
- ¡Si, eso es todo lo que sé, por favor, déjenme ir, por favor!
- Mátenlo.
- ¡¿QUÉ?! Pero...
¡BAM!

En el sitio:
- Jefe, hemos registrado todo el lugar y no lo conseguimos.
- ¡Ese desgraciado nos mintió!

Fin.